Molestos se encuentran los habitantes de las tres etapas del barrio San Fernando por la emergencia sanitaria en que están abocados, por cuanto las aguas servidas se devuelven y brotan por los lavamanos y sanitarios de las viviendas, al igual que corren por las calles del sector, por cuanto los manjoles están obstruidos por elementos desechables.
Los afectados indicaron que aunque cuentan con el servicio de alcantarillado, cuya tubería fue instalada por la misma comunidad ante el desespero de no contar con este servicio y la demora en hacerlo por parte de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar.
Según sus habitantes, el topógrafo realizó los estudios del terreno contrario al nivel, por cuanto las aguas servidas en vez de correr de norte a sur, lo hace al contrario, lo que sumado al taponamiento de los manjoles, han colapsado en su totalidad registrándose el caos en el sector en materia sanitaria.
Esta grave situación que afrontan los habitantes de este sector, localizado al suroriente de Valledupar, fue dada a conocer al gerente de la empresa prestadora de este servicio, Luis Eduardo Gutiérrez Aroca, quien se comprometió a darle solución inicial a esa problemática enviando el vehículo succionador cada 30 días, para destapar los manjoles, pero el referido automotor se encuentra dañado y los repuestos para su reparación fueron encargados a Estados Unidos debido a que no los hay en Colombia. En ese sector de la ciudad, es muy posible que sea reconstruido el alcantarillado, porque el existente quedó mal diseñado.
Denunciaron los afectados que el problema sanitario se agrava cuando comienzan las lluvias, toda vez que la poca capacidad de la tubería, es insuficiente para evacuar el agua y aumenta el derrame del líquido al interior de las viviendas. Así mismo, la proliferación de mosquitos y otros insectos infectocontagiosos, lo que ha provocado muchas enfermedades como el dengue, que ha afectado a varios niños del sector, quienes han sido hospitalizados debido a la enfermedad.
Los afectados responsabilizan de esa situación a la gran cantidad de zancudos que se generan a causa de la humedad en grandes hectáreas de tierra de engorde que bordean a la urbanización, cuyos propietarios no los limpian pese a la existencia de decretos expedidos por la administración local.
Puntos de vista
Reynaldo Arzuza Vargas, habitante del sector. El problema sanitario se remonta a muchos años, casi desde que se fundó el barrio y pese a la lucha incansable de sus habitantes, ha sido imposible encontrar eco en las directivas de Emdupar.
Hugo Valle Vanegas, residente. Toda la vida hemos convivido con el desbordamiento de las aguas negras y los malos olores que pululan en el sector. Estamos cansados de tanto ir y venir a Emdupar y no nos han querido ver con buenos ojos.
Liceth Polo Ovalle, residente. Esto es grave. Ya estamos cansados de los malos olores y de las aguas negras que brotan por los lavamanos y los inodoros. Queremos una pronta solución por parte de las autoridades locales.