Son alrededor de seis hectáreas las cuales aparecen con doble titulación: Emdupar y una sociedad privada. El problema es que con esas hectáreas Emdupar pretendía abonar la deuda que guarda con Corpocesar, sin embargo, la entidad ambiental rechazó el canje mientras no solucionen el problema de titulación.
Hace aproximadamente cuatro años la historia del barrio Amaneceres del valle se dividió en dos. Con el traslado de la laguna donde terminaban gran parte de las aguas residuales a otro sector de la ciudad, los terrenos aledaños al barrio tomaron valor urbanístico. Por eso, llegó el acueducto, el gas y otras obras que revalorizaron ese territorio, que hoy es centro de una controversia que tiene como protagonistas a Corpocesar, Emdupar, la comunidad vecina y un privado.
Según escrituras que guardan los vecinos del sector y la empresa Emdupar, en 1982 la sociedad ‘Carlos Dangón Daza e hijos ilimitados’ vendió a la empresa pública de Valledupar, entonces llamada Empodupar, alrededor de 13 hectáreas y 5.000 metros cuadrados, ubicadas por el sector de la carrera cuarta con calle 44. Hace varios años, ese sector no tenía valor urbanístico ni era de transcendencia municipal, más allá del asentamiento ilegal iniciado por los que hoy son sus habitantes. Pero, como se comenta anteriormente, una vez se cierran los dos canales de aguas residuales que pasaban por el sector y se realiza la doble calzada de la carrera cuarta, el valor urbanístico del sector se multiplica.
Por ser de uso público, Emdupar y la fundación ‘Nuevo amanecer’ firmaron un comodato para la utilización del suelo. Sin embargo, cuando iban a implementar los proyectos planificados aparecieron presuntos antiguos propietarios de ese terreno, quienes, según los vecinos, fueron los que cercaron parte del sector.
EL CAMBIO DE NOMBRE Y LAS 6 HECTÁREAS DE LA DISCORDIA
En la escritura 1347 del 5 de agosto de 1982 dice que la sociedad ‘Carlos Dangónd Daza e hijos ilimitada’ vendió al municipio 13 hectáreas y 5.000 metros cuadrados de ese terreno. No obstante, al tiempo aparece una nueva escritura en la cual se realiza un desenglobe de todo el territorio en poder la sociedad.
En esa nueva escritura, dicen los vecinos, la sociedad cambia de nombre y pasa a ser ‘Sucesores de Carlos Dangón Daza ilimitada’. En palabras de Ricardo Llanos, de Gestión Técnica de Emdupar, “si se analizan los terrenos especificados y englobados en las dos escrituras, en la que nos venden el terreno y la última en la que se cambian el nombre, es la misma sociedad”.
El problema es que además de cambiar el nombre, en la segunda escritura aparecen a nombre de la sociedad ‘Sucesores de Carlos Dangón Daza ilimitada’ alrededor de 6 hectáreas que Emdupar tenía registradas en sus escrituras.
Con esa doble titulación inicia una disputa que se pudo haber evitado, según expertos, si en su momento la empresa de servicios públicos registra ante el Instituto Geográfico de Agustín Codazzi, IGAC, la propiedad del terreno.
EMDUPAR, EL TERRENO Y CORPOCESAR
“Hemos hecho varios acuerdos de pagos, creo que son alrededor de 3, pero han incumplido, y esa deuda siguió creciendo y no cumplieron”, aseguró el director de Corpocesar.
Por ser una entidad que presta servicios indispensables para la comunidad, Corpocesar no puede realizar embargos que pongan en jaque la empresa. En el 2017 y 2018 se intentó con un embargo a las cuentas de la empresa municipal, sin embargo, comenta Suárez, la Procuraduría General de la Nación insistió en que debía parar porque estaba en riesgo la calidad del servicio que presta Emdupar.
Entonces, como fórmula para saldar esa deuda o una parte, Emdupar ofreció a Corpocesar los terrenos aledaños al barrio Amaneceres del Valle que hoy son motivos de discordia. Oferta que vio con buenos ojos Corpocesar hasta que apareció el problema de la doble titulación.
“Cuando hacemos el estudio de título encontramos que 6 de las 13 hectáreas que nos entregan tienen doble titulación. Como propietarios, además de la empresa pública, aparece una familia de Valledupar. Entonces Corpocesar le dice: ‘No recibimos esos predios sino los entregan libres de problemas’. Es que la entidad no está como para llevar esos líos”, explicó el director de Corpocesar.
En la petición que hizo Álvaro Molina el 28 de octubre de 2018, le solicita a Emdupar “copia del informe o investigación en que se basó la empresa Emdupar S. A. E.S.P. para manifestar que los predios donde hoy existe Villa Ceci no son de Emdupar sino de otro propietario”. A los 3 meses, después de varias reuniones con el peticionario, Emdupar respondió: “Realizando los estudios y las solicitudes correspondientes (…) para proporcionar información de los terrenos de Villa Ceci se procedió a realizar el levantamiento topográfico actualizado al mes de diciembre del año 2018, en el que se pudo observar que en realidad dichos predios pertenecen a la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar “Emdupar S.A. E.S.P.”.
Contraria es la versión de los familiares de la Sociedad. “Mi familia le vendió una parte y que ahora esos señores quieran apropiarse de esos territorios que no son de ellos, no es una doble titulación, ese territorio es de nuestra familia”, aseguró Marta Dangónd.
Así, mientras no se resuelva la discusión, Corpocesar no aceptará el terreno como pago de la deuda.
DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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