El proyecto del embalse Los Besotes tiene una larga historia pero pocos avances significativos. El primer estudio técnico y financiero se realizó en 1969 por una firma Israelí que demostró que era viable, posteriores estudios determinaron el sitio de ubicación que hoy conocemos a menos de siete kilómetros de Valledupar.
Se localiza sobre los valles de los arroyos Palenque y Capitanejo, afluentes del río Guatapurí. Tiene una extensión de 169 hectáreas y su capacidad en volumen es de 37,1 millones de metros cúbicos.
El embalse multipropósito Los Besotes ha sido una necesidad de la capital del Cesar y sus áreas circunvecinas por contar con un sistema de abastecimiento regulado de agua para el acueducto de la ciudad que garantice un buen servicio en forma continua; además por la incorporación de tierras a la producción agropecuaria intensiva, mediante el establecimiento de un distrito de riego que permita recuperar la importancia del sector dentro de la región.
Son muchos los contratiempos que no han permitido que Los Besotes se lleven a cabo. Para algunos conocedores del tema, hace falta voluntad política, además está el hecho de que los indígenas no están de acuerdo con la obra.
La represa tiene como objetivo regular el caudal del río Guatapurí, donde se ubicaría un embalse. La cantidad de agua almacenada actuaría como especie de un colchón, es decir, cuando el agua turbia llega al embalse por el otro lado está saliendo agua limpia, este sistema garantizaría que el agua cruda que le llega a la planta de tratamiento sea de mejor calidad y que se puede tratar.
El alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás Reales dijo que este embalse es una necesidad apremiante para Valledupar, que ha estado incluido en los planes de desarrollo de las últimas administraciones, sin embargo no se ha logrado concluir porque no ha habido acuerdo con las comunidades.
“Los pueblos indígenas han estado en contra de la obra, pero este es un obstáculo que no depende de los gobiernos municipales y departamentales, si no del Gobierno Nacional que a través del Ministerio del Interior debe garantizar una consulta previa para dar viabilidad al proyecto”, acotó el mandatario.
Aseguró que su administración ha insistido sobre este proyecto porque conocen la importancia para la región y dijo que aprovechará un foro al que asistirá el 19 de agosto con funcionarios del orden nacional, para volver a tocar este tema. “Esperamos que nuevamente el Gobierno Nacional se interese por este importante proyecto”.
El mandatario aseguró que el embalse sí es viable, el único inconveniente es convencer a los indígenas de la viabilidad del proyecto, porque de lo contrario no tiene ninguna posibilidad. Desde hace varios años, las comunidades indígenas han dicho no al proyecto, debido a los daños que según ellos le pueden causar al medio ambiente. Los indígenas, en especial los Arhuacos, en cuyo territorio está el vaso del embalse, no están de acuerdo con la obra, porque es un territorio ancestral que deben proteger, pues para ellos es más importante el ‘ser’, que el desarrollo económico que buscan los gobiernos.
El ambientalista Miguel Ángel Sierra dijo que para Valledupar es muy importante tener una represa, máxime que hoy se tiene problemas con la Sierra Nevada de Santa por el deshielo y por la dependencia masiva que hay de los ríos Cesar y Guatapurí.
“Es muy importante tener una reserva adicional de agua que nos permita tener una especie de sustento para las futuras generaciones, porque se ha previsto que vamos a tener graves problemas de agua. Como nosotros dependemos del tema del agua a través de la Sierra Nevada, es incalculable la cantidad de agua que se pueda almacenar. En cuanto a los indígenas, este es un proyecto que en nada los afecta a ellos, porque eso es un taponamiento de dos montañas, que no le va a generar ningún traslado y a nivel ecológico no se va a transformar nada”, expresó el profesional.
Dijo además, que dependiendo de la visión que los indígenas tengan pueden afectar diciendo que los van a desplazar, solo porque no quieren que se les metan a los terrenos que hoy manejan. “Por la necedad de ellos nos vemos abocados a la problemática de sequía”, acotó el ambientalista.
Conocedores del tema aseguran que la solución al problema de agua en la capital del Cesar es la construcción del embalse Los Besotes. Es la salvación para garantizar la supervivencia a las nuevas generaciones, porque debido al calentamiento global y la contaminación se está perdiendo el río Guatapurí y la única manera de salvarlo es construyendo la represa y haciendo obras de acompañamiento en la Sierra Nevada de Santa Marta.
El ingeniero Álvaro Yaguna Núñez, jefe de Mantenimiento de Emdupar, expresó que este es un proyecto que hace mucho tiempo viene dándose en trámite la parte administrativa, pero no ha prosperado porque hay una reclamación predial, donde se proyecta el embalse. Hasta tanto no se dirima la situación el proyecto no prospera”, acotó.
El funcionario dijo que se trata de que haya una voluntad gubernamental para que se lleguen a las instancias que deben llegar para definir si en realidad se puede o no llevar a cabo la obra. El proyecto avanzó en la parte técnica: estudios y diseños. “Se planteó como una gran represa con soluciones multipropósito, es decir que con el caudal acumulado se podría desarrollar proyectos de energía, acueductos regionales y sistemas de riego; pero hasta allí llegó el proyecto y perdió interés”, afirmó Yaguna Núñez.
“Este proyecto nos permitiría tener un gran reservorio en el cual tengamos agua acumulada para satisfacer las necesidades de la comunidad, además podría servir para abastecer los sistemas de riego en la parte rural que en estos momento está padeciendo por el preciado líquido. Es un proyecto ambicioso e importante porque contaríamos con gran cantidad de agua para suplir necesidades que son básicas en este momento”, explicó el ingeniero.
Sin embargo, el funcionario dijo que estos proyectos son viables cuando se tiene la disposición para que se defina y se dé a conocer la importancia en la región, de lo contrario todo quedará en el papel.
Cronología del proyecto
El embalse multipropósito Los Besotes se ha constituido en el proyecto que más expectativas genera desde el punto de vista social, por su importancia en la solución de los problemas de abastecimiento de agua para la población futura de Valledupar y sus áreas de influencia.
* 1969: Incora contrata con Tahal Consulting Engineers, los estudios de factibilidad del proyecto de riego Valledupar.
* 1992: El HIMAT contrata con Consultores Civiles e Hidráulicos C&H Ltda., la actualización y complementación de los estudios de factibilidad de 1969. El alcance del trabajo comprendió el estudio de un área de riego de 10 mil hectáreas y el suministro de agua de Valledupar hasta el año 2015.
* 1995: Se planteó por el Instituto Nacional de Adecuación de Tierras que se tenían garantizada la destinación de recursos para la contratación directa del diseño y la ejecución del proyecto, contrato que se preveía estar listo al finalizar el primer trimestre de 1996 al igual que la gestión de la licencia ambiental por el INAT ante Corpocesar, y así comenzaría la construcción de las obras en 1997. Pero primero se extinguieron las tres instituciones interesadas en adelantar el proyecto antes que iniciarse el desarrollo del mismo.
* 2001: La Alcaldía de Valledupar y la Empresa de Servicios Públicos contrataron con la Universidad Nacional de Colombia, la realización de los estudios y diseños de licitación del proyecto.
* 2003: Se presentó el informe de diagnóstico. Dentro de las modificaciones recomendadas se resalta el aumento de la capacidad del embalse de 20 metros cúbicos prevista originalmente a 37,1. Este mismo año la Alcaldía de Valledupar solicitó al Ministerio del Ambiente los términos de referencia para la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental para obtener licencia ambiental.
* El 6 de octubre de 2003 se inicia el trámite de licencia ambiental para el proyecto Los Besotes y se declara que éste requiere de la realización de diagnóstico ambiental de alternativas.
* 2004: Emdupar hizo entrega del documento técnico respectivo al diagnóstico ambiental de alternativas. Ese mismo año el Ministerio requirió a la Alcaldía de Valledupar que complementara el diagnóstico ambiental de alternativas presentado.
* 2007: En el Plan Nacional de Desarrollo fue declarada de utilidad pública la construcción del embalse Los Besotes con el fin de regular el caudal del río Guatapurí y garantizar el abastecimiento de agua al acueducto y a un distrito de riego en Valledupar.
* 2008: En el Plan de Desarrollo Municipal 2008 – 2011 se propuso formular el proyecto de protección de la cuenca hidrográfica, avalúo y adquisición de predios, y gestión para obtener la licencia ambiental del proyecto Los Besotes, para promover con el apoyo del Gobierno Nacional y Departamental la construcción del embalse.
Sin embargo no se realizaron inversiones ni apropiaciones para dar continuidad al proyecto que a partir del 2009 se retoma en cabeza del Instituto de Desarrollo Rural.
* 2009: El Incoder retoma el proceso de la consulta, buscándola instalar oficialmente con la participación de los dos ministerios competentes, que exigieron que debería convocarse formalmente a las comunidades indígenas para reiniciar tanto al proceso de licenciamiento ambiental como a la formalización de la consulta.
El 22 de diciembre de 2009 mediante un comunicado, los indígenas expresaron, que por decisión del Concejo Territorial de Cabildos no estaban de acuerdo con el proyecto Los Besotes y se oponían abiertamente a su realización.
– El embalse Los Besotes ha sido una necesidad de Valledupar por contar con un sistema de abastecimiento regulado de agua para el acueducto de la ciudad que garantice un buen servicio en forma continua.
Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co
– El trámite de la Licencia Ambiental solicitada al Ministerio de Ambiente se encuentra suspendido desde el 8 de mayo del 2007 hasta tanto el Incoder, no formalice ante el Ministerio del Interior el trámite de la consulta previa con las comunidades.
Pie de foto.
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– Desde hace años atrás las comunidades indígenas han dicho no al proyecto, debido a los daños que según ellos le pueden causar al medio ambiente.