EL TINAJERO
Por: José Atuesta Mindiola
Marina Quintero es la embajadora del canto vallenato en Medellín. En la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia, desde hace 28 años, todos los viernes en la noche realiza el programa denominado “Una Voz y un Acordeón”, de alta sintonía por la calidad profesional como desarrolla los temas y las entrevistas a los diferentes actores de la tradición y la poética del canto vallenato.
Marina es una sempiterna enamorada de Valledupar y la música vallenata. Además, Dios le concedió el don de cantar. Hasta el momento los dos mejores homenajes que en Colombia le han brindado a la memoria del maestro Rafael Escalona, los ha realizado ella. El año pasado, con la Sinfónica de la Universidad de Antioquia y el acordeón de Hildemaro Bolaño, ofreció un concierto en Medellín con las canciones del maestro. Este año grabó un CD de doce canciones con la misma Sinfónica, acompañada de la voz de Iván Villazón y el acordeón de Hildemaro Bolaño y Lisandro “Chane” Mesa.
Antes de este CD ya había grabado un álbum denominado “Tanto que te canto”, en el que interpreta doce canciones de Gustavo Gutiérrez Cabello y le acompañan los dos acordeoneros mencionados.
Marina es ocañera de nacimiento, pero desde hace mucho tiempo reside en Medellín, donde labora como docente de la Universidad de Antioquia; tiene en su haber dos títulos de licenciatura, uno en Psicología y otro en Pedagogía, y es Magister en Educación, Orientación y Consejería. Ha publicado varios libros, entre ellos, Introducción a la Psicología (1983), Psicoanálisis: fundamentación histórica y epistemológica (1991), Aulas al micrófono (1994), Gustavo Gutiérrez Cabello: el poeta de la añoranza (2001), Identidad vallenata (2006). Todo este acervo de experiencia en el campo de la investigación respalda su talante de conferencista en diferentes escenarios de Colombia. Es una asidua participante de foros del Festival Vallenato, y en algunas ocasiones ha oficiado como jurado en el concurso de de canción inédita.
Marina Quintero en Medellín es un como un árbol frondoso de mango para los vallenatos. Ella es la idílica aurora de música y canto, su respiración vibra a los acordes de los acordeones. En el alma lleva las acuarelas de los juglares. Los hermanos vallenatos Solano Peralta en su estadía de estudiantes, allá en la Ciudad de la “Eterna Primavera”, fueron los primeros miembros de una familia vallenata en disfrutar de su amistad y sus virtudes, y además, sirvieron de puente para que viniera a Valledupar.
Valledupar y la Fundación del Festival Vallenato están en mora de hacerle un homenaje a esta gran embajadora. Desde esta columna, respetuosamente sugiero al concejal Augusto Ramírez Uhía que proponga ante el Concejo que se declare a Marina Quintero Quintero hija adoptiva de Valledupar. Quién si le hizo un homenaje fue el extinto compositor Francisco “Pachito” Mejía, que le compuso el merengue “Marina Quintero” que fue finalista en la Canción Inédita del Festival Vallenato en 1998. He aquí una estrofa:”Como es una periodista / también tiene su misión / de difundir el folclor /de mi tierra que es bendita. Y eso nadie se lo quita/ lo lleva en el corazón”.
Décimas de la semana
I
Allá en la tierra ocañera,
tierra de tiple y copleros,
nació Marina Quintero
en arrullos de quimeras.
Una sonrisa sincera
en su palabra se siente,
la risa de sol naciente
en acuarelas de plata;
la música vallenata
es ritornelo en su mente.
II
Ritornelo floreciente
su voz de miel y rocío,
tiene frescura del río
cuando pasa por el puente.
Bella mujer sorprendente
de inteligencia sonora,
es la fiel embajadora
en la ciudad de Medellín,
de esta música sin fin
que difunde en su emisora.