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Eloisa, una catequista consumada

“siento que se pada el tiempo quitándole a uno lo que más quiere” Hernando Marín.
En fatal accidente perdió la vida mi amiga Eloísa Martínez Pérez mujer consagrada al ejercicio de su profesión y a la comunidad, honesta, buena hija, buena madre, buena hermana y amiga de sus amigos, sincera y leal quien dedico mucho de sus pocos años vividos a la catequesis y a servir a los demás.

La muerte la sorprendió en la plenitud de su vida, tenía Dios para ella reservada una tarea eterna para la cual necesitaba una persona de semejantes condiciones colocándole a los suyos una dura prueba que también el Altísimo habrá de ayudarle a sobrellevar.
Dolorosa es su partida y deja como testimonio de su paso entre nosotros, muchísimos recuerdos, su ejemplo de verraquera, a sus viejos, sus hermanos y a su pequeño muchacho en quien depósito para siempre todo el amor que podía prodigar una madre abnegada y consagrada, con la esperanza frustrada de verlo hecho un hombrecito, ahora lo mirara desde el cielo.

Lo que ha sucedido duele, y así como Dios manda las duras pruebas tenemos fe que también le mandara a su familia el bálsamo de la resignación, porque dio prueba de su humildad antes de partir y de inconmensurable amor para quien todo lo puede, por eso ya liberada de preocupaciones él le concederá sin duda la felicidad y la paz eterna; sus hermanos de la comunidad de la Parroquia San Francisco seguramente ya la están extrañando.

Todos aquellos que la conocimos, y que fuimos acreedores de sus afectos, le pedimos como lo hizo parodiando el ladrón que le hablo a Jesús en la cruz acuérdate de nosotros cuando estés en tu reino, y disfruta a plenitud ya cuando ha terminado tu vida terrena tu llegada al paraíso en donde el dolor ya es pasado, no hay ni lagrimas ni penas sino paz y bienaventuranzas con el Espíritu Santo para siempre.

Ojala la semilla que dejo sembrada en la Administración Publica muy especialmente en el Municipio de Albania germine para que cada día encontremos más funcionarios honrados y responsables como ella cuya vida se troncho en su mejor momento precisamente después de terminar una actividad institucional en el sector rural de ese Municipio, seguramente si hubiera sido una servidora pública incumplidora de sus deberes, irresponsable u omisiva tal vez estaría todavía con vida, y en vez de desplazarse a donde la requerían sus obligaciones legales, se hubiera ido temprano para su casa para atender a su único hijo que no ha cumplido los diez años.

A sus familiares los entendemos, sabemos la magnitud de su dolor, comprendemos la dura prueba que les toco afrontar pero igual estamos convencidos que tendrán la suficiente entereza y la fortaleza para asumir con dignidad el dolor inconmensurable que los aflige, mientras tanto sus amigos de invierno y de verano acompañaremos con nuestra oración la fatal circunstancia y para que reciba el descanso eterno y brille para ella la luz perpetua.

@Nene_AcostaM

Luis Eduardo Acosta Medina: