La vida del cantautor vallenato Diomedes Díaz Maestre llevada a la televisión, con críticas incluidas, y la internacionalización del cantante Silvestre Dangond, entre otros hechos, tienen revolucionado el mundo vallenato y artístico en general.
Así como la propuesta de proclamar la Ley Diomedes para resaltar su legado musical, con toda la polémica que ha generado, no deja que el folclor vallenato sea de bajo perfil. Está ‘vivito y coleando’, ahora más que nunca, tanto que los seguidores de esta música no dejan pasar desapercibida una fecha como la de hoy, triste, pero importante: el décimo aniversario de la muerte del joven cantante Kaleth Morales Troya, hijo del cantautor Miguel Morales, quien en el poco tiempo que vivió logró convertirse según su fanaticada en el ‘rey de la nueve ola’, inspiración de la nueva generación de los grupos vallenatos (Silvestre Dangond, Peter Manjarrés, Jorgito Celedón).
Hoy debemos valorar la creatividad, el arte y el sacrificio de ser artistas sin compañías discográficas, con una competencia entre iguales, pero en una lucha constante contra la piratería.
El vallenato de Kaleth, de Diomedes o Silvestre siempre tendrá el respaldo del pueblo, que es finalmente el que inmortaliza a sus artistas.
Corresponde resaltar a Kaleth, cantante y compositor, con estilo propio, impulsor incluso de otros compositores de la nueva ola. Este artista le dio un vuelco al canto vallenato, hasta el punto que los jóvenes bachilleres o universitarios volcaron su atención hacia ese estilo, marcando la diferencia con el vallenato lírico. Este joven vivió de prisa su mundo vallenato, pero dejó un legado importante, perenne.
Esa es la riqueza del folclor vallenato, que trasciende las fronteras de la vida y la muerte, para alegrar la vida de sus seguidores, y eso lo logró Kaleth.