Por José Vicente Villazón
Razón tenía el maestro Rafael Escalona cuando luego de recorrer Guacoche, Badillo, Patillal, Valencia y Caracolí, sin dar con el paradero del maestro Lorenzo Morales decidió componer la canción ‘Buscando a Morales’: porque Moralito es una enfermedad, que está en todas partes y en ninguna está, porque Moralito es una fiebre mala, que llega a los pueblos y en ninguno para.
Pues sí, Moralito era un verdadero andariego, que se caracterizaba por ser un tipo parrandero, que andaba de parranda en parranda y de pueblo en pueblo, tanto así que sus creaciones artísticas llegaron hasta Cataluña, España. El primero de septiembre de 2011 a las 7:00 a.m. en el municipio de Bonastre (perteneciente a la comarca de Tarragona), mientras José Galofré, español con familiares valduparenses y amante de la música vallenata, tomaba su taza de café y leía el diario La Vanguardia, inmediatamente observó la noticia de la muerte de Lorenzo Morales. Allí, en una nota titulada ‘El rei del vallenato’, escrita y publicada en el idioma catalán, se exponía la vida y obra del famoso contendiente de Emiliano Zuleta.
En ese periódico, se destacaba la grandeza de Moralito, considerado como uno de los más completos exponentes del vallenato, pues componía, cantaba, verseaba y tocaba de manera magistral el acordeón. Así mismo, se hacía referencia a las más de 200 piezas, muchas de las cuales se perdieron debido a que la tradición oral no las recogió, pero algunas quedaron para siempre como ‘Amparito’, ‘La Primavera’, ‘La mala situación’ o ‘La carta’.
Esta nota desarrollada en catalán y publicada en una región del país ibérico, nos demuestra la grandeza del vallenato que va más allá de nuestras fronteras propagando nuestro inmenso legado cultural. Por supuesto, lo anterior ha sido posible gracias a las creaciones musicales de nuestros artistas, compositores, cantantes, acordeoneros y músicos en general.
Aquí el fragmento de la noticia…