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El último adiós a Andrés Becerra

Amigos del Maestro Andrés Becerra se acercaron hasta las instalaciones del Funeraria La Esperanza donde fue el velado su cuerpo, para acompañar a sus familiares

No existe en las parrandas de antaño, un solo recuerdo en el que no estuviera el personaje pintoresco, de inteligencia natural, dicharachero y amiguero que era Andrés Becerra. Su espontaneidad y sagacidad para entretener a punta de cuentos costumbristas y versos alegres le proporcionaban el toque parrandero a los encuentros vallenatos.

Parrandear en ese entonces se había convertido en una experiencia donde no solo se ejecutaba el acordeón, y se tocaba la caja y la guachara al ritmo de un canto vallenato, sino en el espacio en donde se echaban cuentos y se emitían versos espontáneos a los asistentes a la parranda y para eso, Andrés sí que era un maestro.

La vida lo situó en la historia del folclor vallenato, como uno de los sus hombres más representativos, a pesar de no tocar ningún instrumento. Su incursión en las parrandas le daba un toque especial, producto deuna inteligencia comprobada con la sorprendía contando cuentos interminables y mágicos, cargados de humor y costumbrismo.

“Ahí viene Andrés caminando a paso lento

Lleva en sus ojos los años y recuerdos

Y en cada cana una parranda que se fue”

Fue un personaje de honor para el vallenato, sus versos y cuentos pertenecieron siempre a la estructura folclórica clásica de las parrandas, convirtiéndolo en un personaje cargado de anécdotas y vivencias, lo que lo hizo un hombre distinguido por su repertorio parrandero.

Fue sin duda un ícono del folclor que lo vio nacer aunque también se desempeñó en el campo docente, político y administrativo conduciéndolo como uno de los motores de la Fundación de la Leyenda vallenata, siendo jurado en muchas ocasiones y organizador del mismo certamen en dos oportunidades.

Andrés hizo vida por fuera de su casa. El contacto parranderocon sus amigos de siempre, lo llevaron a buscar la felicidad en cada uno de ellos, quienes admiraban su verbo fácil convirtiéndolo en un personaje típico e irremplazable del folclor vallenato, del que también fue uno de los pilares.

Sostuvo el género musical vallenato clásico a través del sabor, la pimienta y el ají en las parrandas vallenatas, ingrediente principal que mezclaba con su inteligencia y chispa humorística. A todo le sacaba un cuento, producto de una memoria extraordinaria estableciendo su presencia al centro de atención y atracción.

Su vida llenó capítulos enteros en la historia de grandes amigos como Gabriel García Márquez, Alfonso López, Consuelo Araújo, Alfonso Cotes, Rafael Escalona, Leandro Díaz,Lucho Pimienta y Beltrán Orozco, quienes en medio de la risa, la música y la literatura le dieron sentido y orden al folclor vallenato.

Partió a su encuentro con Dios a los 92 años en la víspera de cumplir su natalicio número 93, producto de la vejez siendo un hombre completamente sano. Durante sus últimos días, añoraba sus encuentros con sus amigos dentro de una parranda, esas que jamás volvieron. Siempre llevó marcada una estirpe sandiegana a pesar de haber nacido un 21 de mayo de 1921 en La Paz, Cesar.

Con la ausencia de Andrés Becerra el folclor vallenato pierde uno de sus mejores narradores y cuentistas. Dejó innumerables historias que sus 12 hijos tendrán que perpetuar haciendo honor de su genialidad con la que se ganó el cariño y el respeto de todos.

Sus exequias se cumplirán hoy lunes a las 9:00 a.m. en la iglesia del Perpetuo Socorro, municipio de San Diego.

Por: Antonio Peralta Nieto

 

 

 

 

 

 

Categories: Cultura
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