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El ‘trino’ de canarios, una pasión en Valledupar

En jaulas de diferentes figuras y a las que les llaman de lujo, son exhibidos los canarios entre sus dueños y los curiosos que pasan por el lugar. Fotos Abdel Martínez Pérez.

Por Abdel Martínez Pérez
Abdel.martinez@elpilon.com.co

“Nosotros sabemos y tenemos bien claro que mantener los pájaros en jaula o en cautiverio, es un atentado contra la madre naturaleza, y es como estar uno preso en una cárcel, pero es que a cada uno de ellos lo tenemos como si fuera un hijo más de la familia; es más, a esos animales los cuidamos más que en pelao chiquito, porque tienen su comida a tiempo, un buen lugar donde dormir (una jaula lujosa), agua, vitaminas, calcio y aseo en los recipientes donde ellos comen y beben agua. Es más, con esto que le voy a decir, le describo todo: Tener estos canarios y salir con ellos a la calle, al parque o a otro sitio de la ciudad, es cómo sacar uno a su novia, a su mujer o a la esposa, porque uno se divierte, se recrea, interactúa y disfruta escuchar el trino o canto de los pájaros. Son dos horas de mucho gozo y de alegría que a diario disfrutamos nosotros  aquí en el parque de la cuarta etapa del barrio ‘Garupal’, de Valledupar; donde cada 24 horas los dueños de pájaros de la clase canario de distintos sectores de la ciudad se dan cita, para exhibir sus ejemplares entre el gremio que supera los veinte, además de comentar, cómo 
los han adiestrados y qué comida les suministran para que permanezcan siempre trinando. Este, es el encanto de cada uno de los dueños de los canarios que se reúnen en un sector del parque, para observar cuál es el canario que más trina y en qué forma lo hace al interior o parte externa de la jaula.

Hasta un millón de pesos puede valer un ejemplar

Uno de esos ejemplares, es el más reconocido entre quienes se dan cita en el parque, porque su dueño no lo mantiene en jaula cuando lo saca a la calle. Él le mandó a fabricar un bolso tipo ‘mariquera’ con su anjeo para la ventilación y cuando llega al sitio de encuentro con los demás pajareros, lo saca de allí y lo suelta, lo llama con gesto y lo hace posarse en un dedo de la mano para que comience a trinar: También lo hace en la cabeza, en el hombro, llega hasta donde están las demás jaulas colgadas y comienza a desafiarlos con su canto como señal de demostración, que él es el mejor y no tiene rival.

Allí se hacen toda clase de negocios con estos animales. Puede haber trueque o cambio de uno y otro; y el negocio se puede hacer ‘pelo a pelo’, como se die en el argot popular, o pueda que el canario que más trine tenga más valor, y al que le gustó deberá hacer algún pago en dinero en efectivo, o cambiarlo por dos pájaros más.

Quienes a diario se reúnen en el parque de la cuarta etapa del barrio Garupal, antes lo hacían en el parquecito del barrio Guatapurí, donde el encuentro es solo los domingos y allí asisten más pajareros, pero en vista de la distancia y que su traslado significa un gasto, un grupo reducido, al  que cada día se están sumando más y más, “lo hacemos aquí porque estamos más cerca de nuestras casas y nuestra familia. Aquí llegamos a las 6:00 d la mañana y estamos escuchando el trino de cada uno de los pájaros hasta las 8:00 de la mañana. Otros que tienen que trabajar, lo hacen hasta las 7:00 de la mañana, pero es a diario que nos encontramos aquí”, manifestó uno de los dueños de canarios.

Puntos de vista
Henry Martínez, pajarero. Escuchar el trino de estos canarios, me da vida. Yo disfruto al máximo este encuentro con los demás compañeros.
Humberto Enzuncho Holguín, pajarero. El día que yo me enferme y no pueda cuidar mis pajaritos, ordeno que los liberen en las afueras de la ciudad.

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