Las gobernaciones de Atlántico, Bolívar y Magdalena han financiado $6.000 millones de estudios para la construcción de una vía férrea transversal y tren de pasajeros y carga entre las “tres perlas”: Santa Marta, Barranquilla y Cartagena. Lo denominan el Tren del Caribe. Aunque es la idea de ellos, no es de la costa Caribe colombiana en su conjunto, que tiene otras prioridades más apremiantes de carácter estructural.
Las necesidades de la región son otro tipo de transversales, en la medida en que son de interés de los 8 departamentos y para beneficio de todos. Y tienen que ver con la superación de las condiciones de pobreza, bajos servicios y falta de educación, recogidos en el programa detallado de inversiones que ha adelantado ‘Casa Caribe’, bajo la dirección de Adolfo Meisel, actual rector de la Universidad del Norte.
En los estudios preliminares se define que serán por lo menos 220 kilómetros. Y se harán estudios de factibilidad. Nosotros quisiéramos conocer estos, que esperamos sean serios y técnicos. Pensamos que va a considerar que el mercado de pasajeros es escaso, que el de carga aprecie que no hay flujo entre esas ciudades, que hay una alternativa de carreteras, que ha recibido billonarias inversiones públicas y privadas, estas de concesionarios de la nación, entre ellas el nuevo Puente Pumarejo; urgimos se convierta el trayecto Ciénaga-Barranquilla en una doble calzada. Se podría justificar diciendo que esas variables podrían cambiar y que esos flujos sí podrán crecer en los próximos años.
Creemos que no es fácil que en las próximas décadas las necesidades justifiquen la inversión en el tren; es un trazado complejo que exige una inversión de varios miles de millones de dólares fuera del alcance del presupuesto general de la nación y del compromiso de vigencias futuras, y de cualquier compañía particular que tendría que recuperar su inversión con suficientes ingresos, que probablemente fallarían.
Si de inversiones en infraestructura vial se trata, apoyamos las previstas en el Plan Maestro de Infraestructura y Transporte, PM, dado a conocer en el gobierno de Juan Manuel Santos y su ministro del ramo Germán Vargas Lleras, y que el gobierno de Iván Duque ha prometido continuar.
Este plan ratifica la importancia de las vías que desde el interior del país unen a la costa, tales como la otrora Ruta del Sol 2 y la actual Ruta del Sol 3, la disponibilidad y funcionamiento de trenes entre La Dorada y Santa Marta, y la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, entre Barrancabermeja y Barranquilla, cuya licitación internacional de $1.5 billones se está abriendo. También es clave la recuperación del Canal del Dique, y continuar con la rehabilitación de un conjunto de carreteras al interior de la costa. El elemento clave de esa infraestructura es que son ejes que comunican el interior y los puertos. A los gobernadores que tuvieron la idea y al Gobierno nacional reiteramos la invitación a no distraerse para que la costa tenga inversiones más significativas y no sea ‘una región rica habitada por gente pobre’.