La semana anterior se vivió en el Congreso un debate entre la parlamentaria de la Alianza Verde, Catherine Juvinao, y el representante del Cesar, Alfredo ‘Ape’ Cuello; la contundente intervención de Juvinao fue, literalmente, una arrastrada para un político que en su tierra posa como un emperador, donde habla con propiedad rodeado de lambones que lo han endiosado, hasta tal punto que hoy se cree invencible y creó su propio “medio de comunicación” con el que logra intimidar a la mayoría. Pero en el debate se le vio disminuido, nervioso, acorralado y errático, no supo responder a ninguna de las acusaciones, intentó salirse por la ‘tangente’ con un argumento demasiado elemental, machista y sexista, al asegurar que la congresista tiene una fijación con él, para explicar la supuesta atracción citó la canción interpretada por la fallecida Patricia Teherán: ‘Tarde lo conocí’. Tom Cruise, pero de Novalito, intentó mostrarse como un galán irresistible por el que todas se ‘derriten’, ¿qué tal el nivel de narcisismo? Pero su argumento le jugó en contra y quedó muy mal parado a nivel nacional, fue abucheado y rechazado por la mayoría del Congreso.
Este señor se cree de la nobleza de ese Valledupar plagado de prejuicios, clasismo y arribismo que desprecian los valores; posee un ego descomunal y tilda a quien no se arrodilla a sus pies de tenerle envidia; lo hizo con el director de EL PILÓN, Juan Carlos Quintero, a su parecer, el periódico no puede investigar ni cuestionar sus actuaciones.
Como congresista no se destaca, solo por homenajear juglares, aunque se hizo célebre por declarar el lunes como primer día de la semana. Lo que sí gestiona son proyectos a alcaldes y gobernadores: ¿con qué fin? ¿Será, como dicen las ‘malas lenguas’, para sacar ‘tajada’ con Jesús Vargas y beneficiar a contratistas, quienes después ponen el dinero para las campañas? Este señor hace cero control político, no tramita una ley interesante ni si Dios quiere y siempre vive pegado al Ejecutivo. Que gran diferencia con Alfonso Campo Soto, quien acaba de fallecer, pero dejó un legado inmenso, ese sí fue un conservador honorable y valioso.
Recordemos algunas películas de nuestro Tom Cruise criollo: su ópera prima fue ‘Los sanguinarios de la parapolítica’, cinta con un momento cumbre, cuando interceptan el teléfono de su tía Astrid Baute y la descubren negociando votos a su favor con Yolanda Pupo, tía del sanguinario Jorge 40, protagonista del film. Luego apareció en un cortometraje de acción: ‘Los Bulldozer de Odebrecht’ que ganó premio a la mejor escapada por la Ruta del Sol, un desenlace que superó con honores a ‘Rápido y furioso’.
También participó con un protagónico en ‘El Ausentista’, según reveló la investigación ‘Trabajen vagos’, pero la película fue muy mal referenciada por los críticos. Recientemente participó en el estreno: ‘Engaño a víctimas’, un coprotagónico con ‘Yoyo’ el hijo de ‘Jorge 40’, les fue tan bien que salió elegido representante y hoy es uno de sus más importantes aliados, mientras ‘Jorge 40’ en la cárcel debate sus pensamientos entre contar la verdad y obtener beneficios, si la JEP lo acepta, o mirar a otro lado para no perjudicar a su hijo.
Pero el papel que tiene en apuros al Tom Cruise de Novalito es su último estreno: ‘El gran robo a la Paz’, en el que tiene un papel protagónico y actúa con varios alcaldes, actores de reparto de coima; con escenas grabadas en locaciones del Cesar y La Guajira, como La Jagua de Ibirico, San Diego, La Paz, Becerril, Manaure y Fonseca. Es necesario resaltar el estelar debut de una familia tenebrosa con los contratos, los Cayon Medina, figuran con más de $70.000 millones con varias de sus empresas y las obras no avanzan; en el reparto hay una actuación especial, el exdirector de Planeación, Luis Alberto Rodríguez, quien además prestó su casa de 2 millones de dólares para rodar las mejores escenas, en un ambiente de parranda vallenata; hay actores de reparto que mostraron sus excepcionales talentos para el juego sucio, contralores delegados como Aníbal Quiroz y Juan Carlos Gualdrón. En fin, un gran cartel que promete. Seguro habrá una segunda parte porque el final aún no está definido con la Fiscalía que intuye un retorcido y puerco entramado de corrupción con más piezas, ya que dejaron muchos cabos sueltos. Aunque el film todavía no está en cartelera, según fuentes confiables, el fiscal Barbosa va a apostarle a esta producción porque quiere despedirse con una investigación que marque su mandato y ganarse un Oscar.
Hoy, el Tom Cruise de Novalito vive un momento difícil por esta investigación, que lideran, entre otros, el ahora senador Ariel Ávila e Iván Cepeda, pesos pesados que quieren su cabeza. Como, además, estamos en época preelectoral, está en juego la alcaldía de Valledupar y sus enemigos políticos locales podrían aprovechar para sacarlo de la próxima temporada, algo parecido a lo que le hicieron a Pedro Muvdi. Veremos si el Tom Cruise de Novalito, como en ‘Misión imposible’, logra superar todos los obstáculos y salirse con la suya o si por fin cae, después de tantas veces en la cuerda floja.
Por JACOBO SOLANO C
@JACOBOSOLANOC