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El TLC con Estados Unidos “no es de vida o muerte”

Por Gustavo Cotes Medina

Los estadounidenses tienen dudas, con tendencia creciente, de los beneficios de la globalización y están mostrando una posición cada vez más hostil hacia ella. Los demócratas y republicanos están respondiendo a ese clamor y esta perspectiva dificultará el trámite en el Congreso de los tratados de libre comercio con Colombia, Panamá, Corea del Sur y otros países.
Con lo anterior, se ve muy lejana la meta que tiene el gobierno Obama de duplicar las exportaciones en los próximos cinco años, generando así inquietudes en las empresas del país que basan su crecimiento en la internacionalización y globalización.
El 53% de los entrevistados en las encuestas opinaron que los acuerdos de libre comercio habían perjudicado a los Estados Unidos y son muy escépticos de su aparente rentabilidad y conveniencia.
Los estadounidenses de diferentes clases, ocupaciones y tendencias políticas, comparten  preocupaciones acerca de los efectos secundarios de la globalización y la tercerización y esto puede ser una reacción natural a la debilidad de su recuperación económica y la alta tasa de desempleo. China y el yuan se presentan  como los villanos de turno. Sin embargo, en algunos sectores se afirma que las “compañías van a países extranjeros por falta de acuerdos de libre comercio, no a causa de ellos”.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, “para que la economía global sea más equilibrada es necesario que muchas monedas de países emergentes, como el yuan chino, se aprecien y que las de países desarrollados, como el dólar, se deprecien” porque el crecimiento es lento en los países desarrollados y mucho más robusto en las economías emergentes.
Los países con déficit elevados como Estados Unidos deben impulsar su sector exportador y los que tienen superávit como China estimular la demanda doméstica. Para que esta descompensación se arregle necesariamente se requiere un ajuste cambiario del yuan frente al dólar. Es muy difícil que China asuma esta responsabilidad, pero no parece justo que los países usen el tipo de cambio para obtener ventajas comerciales.
En buena hora Colombia decidió diversificar y ampliar su franja comercial con otros países, especialmente con los de Asia, Centro América, Sur América y la Unión Europea. Hoy, el país se destaca en la Región por su política macroeconómica coherente y por el alza ininterrumpida que tienen los precios de las materias primas.
De acuerdo con las proyecciones del FMI, Colombia crecerá este año 4,7%; América Latina y el Caribe 5,7%; Estados Unidos 2,6%; Asia 9,4%; Zona Euro 1,7%;  África Subsahariana 5,0% y el Mundo 4,8%. A pesar de estas cifras, debe entenderse que la salud  de la economía global es todavía frágil y preocupante.
La relación entre Colombia e India avanza paso a paso y tienen  una balanza comercial prácticamente equilibrada, que se ha venido fortaleciendo con una serie de acuerdos bilaterales que podrían convertirse en la antesala de otro Tratado de Libre Comercio. Colombia exporta a la India, Petróleo, carbón, metalurgia, azúcar y habrá intercambios en la formación de ingenieros donde la India es una potencia mundial.
La fortaleza y resultados que empieza a mostrar la política exterior del país, con mezcla de sentido común y “pedacitos de corazón”, motivó la reciente declaración del Ministro de Hacienda de Colombia en el sentido que “El TLC con Estados Unidos no es de vida o muerte”, pero que la relación comercial con Venezuela es “irremplazable”, por su carácter de economías complementarias. El Ministro seguramente tendrá sus razones, ¡pero el optimismo y la sensatez deben caminar siempre agarrados de la mano!
gustavocotesm@hotmail.com

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