El sistema educativo requiere urgentemente de una estrategia efectiva que permita incorporar la educación ambiental en el currículo de los programas educativos que se ofrecen. Como una disciplina o asignatura, de tal manera que proporcione a los estudiantes los elementos teóricos conceptuales, metodológicos, didácticos, pedagógicos y operativos, que favorezcan la formación integral en las dimensiones del saber, el saber ser, el saber hacer, el saber convivir y el saber emprender; para la comprensión del ambiente (lo socio –cultural y lo natural) y su dinámica; que permita a los estudiantes mejorar su calidad de vida y la de todos los seres humanos con quienes comparte su vida diaria. Este es el concepto que nosotros compartimos al considerar que es lo que hace falta para que las personas comprendamos el verdadero sentido de la educación ambiental.
Cuando hablamos de la importancia de incorporar la educación ambiental en el currículo nos remitimos a un diagnóstico realizado por el Ministerio de Educación Nacional que soporta esta propuesta, y en el que se pone de manifiesto que instituciones gubernamentales y no gubernamentales, entre otros, han realizado acciones importantes en educación ambiental pero no han tenido el impacto suficientemente fuerte, en cuanto a que hay “carencia de conceptualización clara de por qué y para qué se hace Educación Ambiental y desconocimiento de concepciones pedagógicas y didácticas que iluminen los procesos y actividades que se realizan en materia de educación ambiental” (Ministerio de Educación Nacional). Esto significa que sería conveniente trabajar con más profundidad aquellos conceptos que se constituyen en el soporte para la comprensión de lo que significa la educación ambiental, su importancia sus objetivos y su relación con la vida cotidiana y con la calidad de vida.
A este respecto, el Secretario General de la OEI (Organización de Estados Iberoamericano), Álvaro Marchesi, envió un mensaje al mundo (junio de 2008) que se refiere a que “hay que educar a niños y jóvenes para que sean capaces de vivir con respecto al medio ambiente y puedan decidir en el futuro con mayor rapidez y firmeza, en beneficio de la gran mayoría, la formación de las nuevas generaciones con profunda conciencia medio ambiental es la tarea ineludible que puede evitar el deterioro irreversible de la situación que ahora vivimos”.
Otros aspectos importantes que no podrían faltar para soportar esta propuesta son los encuentros y las conferencias que a través de la historia se han realizado entre organizaciones y estados. Una de ellas es la Conferencia sobre Educación Ambiental que se realizó en 1975, la cual dio como fruto la Carta de Belgrado, en la que empezó a insinuarse la educación ambiental como parte de la educación general. Finalmente queremos resaltar que la Constitución Nacional de 1991 y la ley general de Educación (115 de 1994) que estipula que la Educación Ambiental sea área obligatoria y fundamental del conocimiento y la formación en los planteles públicos y privados de educación formal, en preescolar, básica y media y ahora con los Praus en la educación universitaria.