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El sistema de aguas residuales de Valledupar

El Ministerio de Vivienda, Agua y Saneamiento Básico está en el proceso de licitación del consultor que se encargará de adelantar los estudios del plan de calidad del agua  y del sistema de tratamiento de aguas residuales, STAR. El Ministerio, en cabeza del paisano Jonathan Malagón, cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, para la financiación,  estructuración y perfilamiento de la mejor alternativa y diseño de la solución seleccionada.

Se dispusieron inicialmente US 300.000 para ejecutar la fase 1 que culminará con  la entrega del estudio, según se ha informado públicamente en las audiencias que la delegada de Participación de la Contraloría General de la República, CGR, viene adelantando en salvaguarda del río Cesar, bajo la coordinación de la también paisana Marta Lúquez. 

Se presentaría así un cuadro claro del qué hacer para eliminar la descarga que el municipio, a través de Emdupar, hace de las aguas residuales sobre el río. Se ha llegado a plantear que la alternativa sería un tipo de planta que procese no los 500 litros por segundo actuales de caudal sino  2.000.  Llama la atención que no se hable de PTAR sino de un sistema, lo que nos parece acertado porque analiza el problema desde una perspectiva integral.

No se podrá avanzar sin conocer,  entre otros,  todo el sistema de acueducto, uso del agua, de las modalidades de utilización de la población, la disposición residual, las pérdidas del sistema y las calidades tanto al final del proceso como de las aguas del sitio donde se descargaría. No alcanzamos a precisar si abordará restricciones como el hecho de que solo hay un punto de descarga en Valledupar, en el punto de llegada  de los emisarios de alcantarillado y de las llamadas lagunas de oxidación de El Salguero, cuando en otras ciudades se cuenta con varios.

Esto último podría resultar de mayor beneficio y menor vulnerabilidad pero no sabemos si resulte más costosa, poco práctica y de mayor gasto de administración y operación.

Es de suponer también que se examinarán las tecnologías más novedosas pero prácticas, viables financiera y operativamente. No vayamos a caer en opciones precarias o que no generaron confianza como las de los procesos biológicos de aireación que implementó Corpocesar en el 2017 o la solución que la  precedió, con la fallida ejecución del contrato de Emdupar con la firma Aqua, enredado  en una telaraña de intereses políticos y económicos asociados al cambio de mandatarios en el municipio en el año 2016. 

El esfuerzo que hace Valledupar deben hacerlo también, guardadas las proporciones, algunos municipios que aún descargan mal sus aguas sobre el río Cesar, como lo ha informado Corpocesar. Esperamos que antes de terminar el gobierno Duque, la estimación optimista del gobierno era mayo, después de un proceso que inició en noviembre del 2020 con las primeras gestiones para obtener los recursos del BID, se entregue el estudio de consultoría para despejar todo un mar de especulaciones, hoy más confuso que las aguas que actualmente, al pie del Puente Salguero, se echan sobre el cauce del río Cesar.

Categories: Editorial
Redacción El Pilón: