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El sermón de la educación

Las pocas horas que demorará la ministra de Educación, Gina Parody, en Valledupar no le alcanzarán para el rosario de quejas y peticiones que le tienen los cesarenses. Calidad educativa, crisis económica en la Universidad Popular del Cesar, la desilusión con la construcción de la sede Caribe de la Universidad Nacional en el municipio de La Paz, nuevas ofertas de educación, entre otros son los temas pendientes en la agenda.
Si bien todos merecen un capítulo aparte, existe dos temas sobre los cuales se debe hacer énfasis: La Universidad Popular del Cesar –UPC- y el proyecto de la Universidad Nacional. Sobre el primero, es necesario indicar que la UPC merece un presupuesto mejor, con lo poco que recibe hoy apenas funciona. Para solucionar todas las necesidades de la UPC se necesitan más de 130 mil millones de pesos para invertirlos en laboratorios, tecnología, dotación general, sin incluir el concurso público docente que tanto requiere, debido a que desde hace 17 años no se realiza. En estos momentos la nómina de docentes de planta alcanza los 70, cuando llegó a contar con más de 120. La mayoría de ese grupo de docentes de nómina ha salido pensionado y otros han fallecido (próximamente saldrán otros 15 pensionados) y por eso es urgente que la Universidad haga el concurso, pues puede utilizar los recursos que ya no pagan a los docentes pensionados para convocar un concurso público de mérito docente con el que surtiría los 300 profesores de planta que hoy necesita. Si esto se da, señora Ministra, se disminuiría la cantidad de docentes catedráticos y ocasionales que hoy se llevan un buen pedazo del presupuesto.
Es necesario que en esta ocasión la ministra Parody escuche las necesidades reales que le plantearán los directivos de la UPC, institución de educación superior que el próximo miércoles 19 de noviembre cumplirá 38 años de existencia. Recientemente en Barranquilla la Ministra le pidió a las universidades que fueran autosuficientes y aunque la UPC ha dado pasos importantes con la presentación de proyectos que generan recursos adicionales, la verdad es que las cifras que le transfiere la nación actualmente por estudiante (1.8 millones) y los recursos por concepto de matrículas y otros conceptos administrativos, no alcanzan para atender las múltiples necesidades estimadas en 130 mil millones frente al presupuesto del 2015 que no supera los 60 mil millones de pesos. Entre otras cosas, la UPC acaba de recibir 8.900 millones para inversión y dotación en tecnología, que si bien son oportunos deben ser fiscalizados para garantizar su destinación específica. Ojalá no pesquen en río revuelto los intereses políticos de algunos congresistas que quieren apropiarse del tema de la Universidad.
El segundo tema que también preocupa a los cesarenses es el futuro del proyecto de la Universidad Nacional que está estancado, esperando la respuesta del presidente Juan Manuel Santo para asegurar su sostenimiento. Si eso no pasa, se construirá una edificación que irá a engrosar la lista de elefantes blancos en el país. El departamento del Cesar es rico en teoría, pero en la realidad tiene una pobreza que supera el 60 por ciento, por eso necesita del apoyo del Gobierno Nacional, en especial para el tema educativo en todos sus niveles.

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