Desde 1995 el comercio de la gasolina y el ACPM en departamentos fronterizos como el Cesar y La Guajira ha sido ‘beneficiado’ con la exclusión de los impuestos sobre el valor añadido, IVA, y el nacional al consumo de la gasolina.
Esas exenciones se reglamentaron para “incentivar a las empresas que están en los departamentos fronterizos a generar beneficios a la comunidad”, según la directora ejecutiva de la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos en el Cesar, Lily Mendoza.
Esto se definió en un contexto socioeconómico y político en el que predominaba el contrabando de combustible en los territorios cercanos a Venezuela, país que, antes de su crisis, fue líder del abastecimiento en la región.
Sin embargo, “en estos momentos no hay contrabando de gasolina de Venezuela para acá porque ellos no tienen ni siquiera para ellos mismos”, señala Octavio Pico, gerente ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, seccional Cesar. “Pero ya están empezando a reactivarse”, advierte Pico Malaver sobre la dinámica económica del país bolivariano.
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FONDO DE ESTABILIZACIÓN
Con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia y el proyecto de la reforma tributaria para “reevaluar la pertinencia de los beneficios económicos otorgados a las zonas de frontera”, la incertidumbre se ha incrementado en los departamentos fronterizos.
Lo que tendría que ver con que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles, FEPC, que de acuerdo con el mandatario saliente, Iván Duque, tiene un déficit superior a los $14 billones. Lo anterior como consecuencia de que el Gobierno mantuvo congelados los precios durante algunos meses mientras se encarecía el petróleo a nivel mundial por factores como la pandemia y la invasión rusa a Ucrania.
Pero países como Estados Unidos, a pesar de ser de los mayores productores del petróleo en el mundo, no se escapan del incremento de los precios. El diario The New York Times ha reportado que los precios “han saltado al nivel de 5 dólares por galón, agobiando a los consumidores y generando una difícil encrucijada política para el presidente Joe Biden”.
Como hay variación en los índices de precios al productor, ello repercute en los consumidores y todas las actividades que necesitan gasolina o ACPM.
¿QUÉ SE PUEDE HACER?
De ser aprobada la reforma, el galón de gasolina pasaría de los $7.600 y/o $7.800 actuales a $8.900 y/o $9.200 que cuesta a nivel nacional, según Fendipetróleo Cesar. El representante cesarense Carlos Felipe Quintero, del Partido Liberal, ha rechazado la propuesta porque considera que “traerá un detrimento a la calidad de vida de los cesarenses y afectará la competitividad empresarial en las zonas de frontera”.
El director ejecutivo de Fenalco en el Cesar ha dicho a EL PILÓN que la discusión sobre el particular debería girar “en torno a la razón y no a la pasión”. El líder gremial acotó que espera que el Gobierno escuche a los diversos sectores porque “se podría generar afectaciones al comercio local”.
No obstante, puntualizó en que no está de acuerdo con que las exenciones en impuestos que tiene el sector gasolinero sean definidas como “una conquista obtenida”, sin tener en cuenta las condiciones en las que fueron acordadas.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
@andreaguerraperiodista