Los niños y jóvenes con mejores condiciones en la infraestructura de los establecimientos educativos donde reciben las clases demuestran más interés y se sienten atraídos por el estudio, que otros que no gozan de servicios reglamentarios y atractivos adicionales.
De esa manera quedó establecido en un estudio hecho por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), documento denominado “Infraestructura Escolar y Aprendizajes en la Educación Básica Latinoamericana: Un análisis a partir del Segundo Estudio Regional Corporativo y Explicativo (SERCE)”, el cual además advierte que la calidad de la infraestructura escolar podría ser una de las causas del nivel de aprendizaje de los estudiantes latinoamericanos y caribeños.
El Cesar, al igual que su capital Valledupar, no son ajenos a la problemática de la falta de edificaciones o en su defecto, el mejor de los escenarios para brindarlo a los más de 220.000 estudiantes del departamento.
La Secretaría de Educación Departamental mantiene cifras sobre el déficit de aulas, que son 979, algo que podría entrar a remediar con la construcción de 587, gracias a un convenio con el Ministerio de Educación, con las que se beneficiarían más de 21.480 niños en el departamento.
El exsecretario de Educación Municipal, Asdrúbal Rocha Lengua, aseguró que los números no mienten y menos cuando el retraso de la infraestructura educativa para una ciudad de Valledupar no es menos de 50 años.
“En el año 2013, una vez llegamos al cargo de secretario de Educación, el Ministerio de Educación con la ministra María Fernanda Campo, reveló un estudio en cuanto a la infraestructura educativa porque el Gobierno venía pensando en la jornada única escolar: Valledupar, para ese entonces, 50 años en tema de atraso de infraestructura educativa”.
Según Rocha Lengua, las falencias pueden verse en colegios como Pedro Castro Monsalvo, Nacional Loperena, José Eugenio Martínez, además de los establecimientos educativos establecidos en los corregimientos.
“Se hacen obras de pintura, arreglos de baterías sanitarias, pero son colegios viejos. Se han hecho unos paliativos importantes en los últimos años con la construcción de los megacolegios viejos como Leonidas Acuña, Milciades Cantillo, Francisco Molina Sánchez, y las últimas adecuaciones en infraestructura son el colegio de Lorenzo Morales y Nando Marín, el César Pompeyo Mendoza, el Ricardo González en La Nevada, que han venido no a remplazar una infraestructura vieja, sino un tema de cobertura que hacía falta en la ciudad de Valledupar”, explicó el educador.
Dijo además que la calidad parte de la infraestructura, “de ahí viene el ambiente escolar. Estudios del Ministerio, así como internacionales, dan cuenta de todo lo dicho anteriormente sobre el resultado y cómo incide dar clase de bajo de un árbol, que estar en un aula con todas las normas técnicas que puedan brindarle herramientas a los docentes para el acceso a la tecnología”.
Según el exfuncionario de la administración municipal, el tema de infraestructura educativa parte de la Nación, que debe encargarse de todo, pero en municipios con secretarías de Educación certificadas, como la de Valledupar existen convenios cofinanciados; una parte la pone el municipio y otra el Ministerio, algo que para Valledupar, municipio en Ley 550, no existen recursos para financiar proyectos como sí lo puede hacer la gobernación que hoy está desarrollando el Plan de Infraestructura.
“Para la jornada única el principal traspié es la infraestructura educativa, se parte del hecho que si un colegio tiene 1.000 estudiantes, con la jornada debe tener los mismos, pero en Valledupar está identificado el tema: los colegios que se acogieron al programa lo hicieron nada más con dos o tres grados porque no hay la infraestructura. En Colombia queremos la jornada única, pero acorde a los ambientes escolares necesarios. Los educadores queremos el programa, pero así como está no se puede, no se cumpliría con la cobertura y mucho menos se tendría calidad”, acotó.
Para Ever Ruiz Camaño, rector de la Institución Educativa Casd de Valledupar, el problema es de fondo porque la infraestructura educativa se ha ido desgastando y está casi que colapsada.
“Yo diría que el inconveniente viene desde la misma dirección nacional. Los recursos que manda la Nación a los municipios son muy mínimos, dejando una carga grande para que las secretarías de Educación, con recursos básicos, puedan hacer ese acometimiento de infraestructura. Se requiere de la Nación un esfuerzo, del municipio y el departamento, para ver cómo mejoramos la infraestructura. Es un problema, que diría yo, el Ministerio de
Educación debe tomar una inversión de apoyo grande, porque sí tenemos dificultades”, apuntó Ruiz Camaño.
Como lo resaltó Asdrúbal Rocha, en 2014 el Ministerio de Educación realizó por medio del Sistema Interactivo de Consulta de Infraestructura Educativa, una encuesta que respondieron rectores sobre 9.176 sedes educativas que arrojaron datos como: “El 25.5 % de las sedes deben ser reubicadas o deben recibir adecuaciones porque se encuentran en situaciones de riesgo como inundaciones”.
De igual manera, que la infraestructura reportada tenía entre 40 y 60 años de antigüedad. Además, cerca del 78 % de las sedes que respondieron la encuesta se encontraban en el sector rural, donde el 2.3 % no contaba con ningún servicio público, el 5.5 % solo tenía pozo séptico, otro 2.5 % solo mantenían energía eléctrica, un 0.4 % tenía un servicio público y al 87.2 % le falta al menos uno de los servicios por los que se indagó.
Con el tema de la jornada única, el Gobierno Nacional propuso al país el Plan Nacional de Infraestructura Educativa, mediante el cual se proyecta construir 30.680 nuevas aulas a 2018 y 51.134 aulas a 2030. Así mismo, creó el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa, entidad que administrará cerca de $4.5 billones.
Según el Ministerio de Educación, en los últimos dos años construyeron o adecuaron más de 1.817 aulas, 103 laboratorios y 320 baterías sanitarias en todo el país.
Recursos para Valledupar
El secretario de Obras de Valledupar, Juan Pablo Morón Riveira, frente a este tema indicó que en el Plan de Desarrollo, entre 2016 y 2019, hay contempladas intervenciones para mejorar y construir nuevas aulas y baterías sanitarias, polideportivos y también laboratorios, así como comedores escolares en el municipio.
“Es cierto que tenemos un rezago en el tema de infraestructura educativa, no solamente en términos de cobertura que son indicadores que mide el Ministerio de Educación”, advirtió Morón Riveira.
Pero para cambiar la cara de algunas instituciones educativas oficiales del municipio llegaron los recursos del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales, Fonpet.
En junio pasado, el alcalde Augusto Ramírez Uhía, firmó el compromiso ético por el manejo transparente de dichos rubros. Para Valledupar, según concepto del mandatario local, se invertirán $16.789 millones que serán invertidos en infraestructura para soportar la jornada única; construcción de aulas escolares, baterías sanitarias, de igual manera se dispusieron dineros para la formación docente que consiste en especialización, maestrías y diplomados, entre otros proyectos.
Entre los colegios pendientes por intervención se encuentran: Aguas Blancas, Instpecam, entre otros.
Plan de Infraestructura Educativa
La Gobernación del Cesar tiene uno de los proyectos más interesantes en esta materia. Se trata del Plan de Infraestructura Educativa que pretende beneficiar 10 municipios.
“Nos entregaron diseño para La Paz, La Jagua de Ibirico, San Diego, Manaure y Manaure, con estos cinco municipios iniciaremos con la primera piedra. Los que más tardarán son los colegios de La Paz y La Jagua de Ibirico, que son nuevos, el resto son adecuaciones como aulas nuevas, baterías sanitarias, área administrativa”, declaró el secretario de Educación Departamental, Jorge Eliécer Araújo.
La inversión es de $60.000 millones, además se están priorizando proyectos para El Paso y La Gloria. Aquí la inversión es un 70 % de la nación, el 20 % de la gobernación y el 10 % restante de la alcaldía local.
El convenio entre la Gobernación del Cesar y el Ministerio de Educación se había perdido el año anterior cuando la administración departamental no giró los certificados de disponibilidad presupuestal correspondientes al valor de la cofinanciación para proyectos de infraestructura educativa, que fueron priorizados por el Ministerio.
De la primera convocatoria hecha por el Ministerio, estaban considerados viables y priorizados 36 predios para una inversión total de $78.939 millones; el aporte del Ministerio de Educación sería a través del Fondo de Infraestructura por $51.257 millones (70 %) y el Cesar tendía que aportar $23.681 millones (30 %), y finalmente el gobernador Francisco Ovalle aprobó $21.000 millones.
A través del Plan de Infraestructura Educativa se construirán establecimientos en los cuales se tendrán aulas de preescolar, básica, media, aulas múltiples, comedores, zona administrativa, laboratorios integrados, aulas polivalentes, tecnológicas, centros de recursos como bibliotecas y aulas de bilingüismo, zonas recreativas y baterías sanitarias.
Los establecimientos educativos a intervenir son Samuel Arrieta del corregimiento de Mandinguilla, en el municipio de Chimichagua; el establecimiento Simón Bolívar, corregimiento Llerasca, y Luis Giraldo del corregimiento Casacará, en el municipio de Agustín Codazzi. También en Curumaní, con los corregimientos de Sabana Grande en la Institución Educativa Cristian Moreno Pallares y en San Roque, en el establecimiento Agustín Rangel.
En el sur del Cesar también se invertirán recursos en el establecimiento educativo Villa de San Andrés corregimiento del municipio de Aguachica.
En los casos donde no se trate de remodelación, las obras se construirán de acuerdo con las necesidades que requiera cada establecimiento y siempre se contará con construcciones de aulas de preescolar, básica, media, aulas múltiples, comedores y zona administrativa.
La Gobernación del Cesar tiene uno de los proyectos más interesantes en esta materia. Se trata del Plan de Infraestructura Educativa que pretende beneficiar 10 municipios.
La Secretaría de Educación Departamental mantiene cifras sobre el déficit de aulas, que son 979, algo que podría entrar a remediar con la construcción de 587, gracias a un convenio con el Ministerio de Educación.
Para Valledupar, según concepto del mandatario local, se invertirán $16.789 millones que serán invertidos en infraestructura para soportar la jornada única.
“En Colombia queremos la jornada única, pero acorde a los ambientes escolares necesarios. Los educadores queremos el programa, pero así como está no se puede, no se cumpliría con la cobertura y mucho menos se tendría calidad”: Asdrúbal Rocha Lengua.