Siguen sin resolverse varios asuntos relacionados con la eliminación del mural ‘Valledupar Tierra de Dioses’ del maestro Germán Piedrahita, y en el que también intervinieron los artistas pintores Alex Díaz, John Arias, Shelon Díaz y Eduard Martínez. Ahora que el gobierno de Mello Castro, a través de su jefe de Cultura Municipal, Carlos Liñán, ha anunciado que harán “todos los esfuerzos posibles” para recuperar la obra, surgen varias preguntas que tendrá que resolver la nueva administración.
Aunque también destacamos que los esfuerzos del Gobierno local estarán encaminados en intervenir el muro del claustro de Santo Domingo, y sopesar la recuperación del mural, pues reafirmó el Ministerio de Cultura, a través de visita técnica, el orden de prioridades en este sentido.
Es importante revisar ese monumento del centro histórico, aún más antiguo y del cual conocemos poco: la pared frontal (muro de tapia pisada) en la que reposaba el mural y que está en deterioro progresivo, supuesta razón por la que se pintó de blanco y se erradicó la obra de Piedrahita. Aunque para los entendidos del tema, si la pared estaba deteriorada e iba a intervenirse, ¿qué necesidad había de borrar el mural de un solo brochazo?
Algunos consideran que fue un extraño cálculo para que al deteriorar el mural con una grieta provocada por la intervención arquitectónica no fuera visible a los ciudadanos que a diario pasan o llegan al Concejo Municipal, de manera que “borremos todo el mural y así evitamos que se las rajaduras que salgan se vean” ¿…? Esto se confirmó en el informe técnico de la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura, que surgió luego de un derecho de petición enviado por la Fundación Aviva.
“Los representantes de la alcaldía expusieron … el muro presentaba pérdidas que el municipio consideró necesario reparar por medio de acciones de mantenimiento tales como resanes; para evitar que estas zonas se vieran como parches, se decidió que la mejor solución era pintar de blanco la totalidad del muro”, expresa el informe firmado por una restauradora y un ingeniero del Ministerio de Cultura.
Qué avances ha tenido la investigación anunciada el año pasado por la Contraloría Municipal por una obra que el maestro Piedrahita no cobró pero para la cual se invirtieron recursos públicos. La Contraloría de Valledupar halló un detrimento patrimonial de $28.211.000, pues, para el órgano de control, el mural era un bien de interés cultural incluido en el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico.
Ahora el municipio iniciará la gesta de rescatar la obra, mientras por otras instancias el Teatro Cesar podría revivir para las artes escénicas, no sin antes superar el proyecto algunos impases. Esperamos se superen para algún día poder volver entrar por esas puertas históricas de la carrera 7 con calle 15 a ver el desarrollo de la llamada revolución cultural de Valledupar.
La leyenda vallenata y de Francisco el Hombre, el poporo y el arhuaco, la Sierra y el río, danzas típicas y los instrumentos como el acordeón podrían volver a engalanar la plaza Alfonso López en el renacer del mural ‘Valledupar Tierra de Dioses’. Esperamos no sea una ilusión. Al fin de cuentas, como dijo la hija del maestro, Ángela Piedrahita Betancourt, borrar el mural “fue otro duelo”.