Un incidente sucedió con uno de nuestros lectores que en Facebook reclamó airadamente por un error de un jóven y prometedor periodista. No es la primera vez que se presenta, pero no son frecuentes los reclamos y tampoco los errores de nuestro medio, aunque se noten. Sabemos del deber de ofrecer disculpas a lectores y a nuestras audiencias.
A EL PILÓN, enseguida lo calificaron de irresponsable y poco profesional. Cada quien es dueño de su criterio y forma individual de pensar, pero 28 años en este ejercicio nos han consolidado como uno de los mejores referentes periodísticos de Valledupar.
Los periodistas son humanos y como tales propensos a cometer errores o caer en imprecisiones, lo importante es reconocerlos, remediarlos y asumir la responsabilidad que el caso amerite, en eso EL PILÓN siempre se ha caracterizado y cuando se requiere aclarar o rectificar una información lo hacemos en el marco del respeto que se merecen los lectores y audiencias.
Es natural que, en ocasiones, con las informaciones que divulgamos, resulte afectada una persona, una familia, empresa o un sector en específico, pero nuestra misión siempre será el bienestar general de la colectividad y desarrollo de nuestra ciudad, región y país en general.
Hay alguna susceptibilidad, contagiada por el bicho del prejuzgamiento, sin detenernos a concederle al otro el derecho a la duda, a la inocencia. Eso es así para aquellos lectores que reclaman, pero también es nuestra norma la de no afectar deliberadamente la honra de las personas. Si se menciona es con fuente seria o informe de autoridad .
Surgieron más de una docena de comentarios solidarios con la ciudadana, que asumía el liderazgo de una marcha. Asumimos con humildad las clases de periodismo y sus instrucciones de cómo hacer mejor el trabajo. Nos llamaron a la objetividad, a la imparcialidad y a la verdad, valores que pregonamos y que la gran mayoría de nuestros inmensos lectores y audiencias digitales nos reconocen. También propiciamos la paz y armonía entre los ciudadanos y todos los grupos de la comunidad cualquiera sea su origen, condición étnica, social o económica.
Observamos que el caso se da en el marco de una legítima protesta ciudadana, contra el recién iniciado gobierno de Gustavo Petro, a la que le concedimos por su importancia la primera página este martes, pero que genera crispación, polarización, especialmente de sectores que piensan que se les va a afectar su propiedad, en especial la rural. Apoyamos que toda afectación si se llegare a hacer sea con el proceder legal de manera pacífica y si se adquiere por el Estado incluya el precio comercial, como fija la Constitución, que también obliga, es bueno recordarlo, a que la propiedad cumpla su función social y productiva.
Por supuesto que EL PILÓN ha asumido la responsabilidad de la imprecisión cometida por el periodista y en la edición de hoy hacemos la correspondiente aclaración.