En el tiempo recortado de su periodo como rector de la Universidad Popular del Cesar su actual rector Enrique Meza Daza ha demostrado con creces su eficiencia y especial audacia en la conducción de la rectoría de la UPC. Lo digo a viva voz, el rector es un hombre exactamente correcto y con una personalidad que lo perfila esencialmente denodado. Su tarea fue protagónica.
Hace lo que dice y dice que lo hace. No es un hombre de medias tintas sino un hombre que asume riesgos administrativos y académicos. Con liderazgo y conducción institucional apostó a adentrarse al interior de la UPC para hacer correctivos en las zonas que se procuran intocables una especie de parcelas impenetrables. Lo logró.
La experiencia y su crudeza práctica lo condujeron por mayores aciertos, logros y dejará en el mes de Julio una universidad con horizontes académicos claros y con espacios físicos adecuados para afrontar el porvenir. La UPC es y será el alma mater del Cesar y debe ser el ADN universitario del Departamento. He ahí la altura del desafío.
Lo que se deja dicho impone que se seleccione un rector para que suceda a Meza Daza -se recalca quien deja a la UPC absolutamente transformada, reformada y con un posicionamiento exitoso y dimensión- para concentrarse ya no en rencillas intestinas sino hacia adelante para formar nuevos hábitos y reglas de conducta al interior de su estructura administrativa y académica. Las bases están trazadas.
El consejo superior universitario que se encuentra renovado y el nuevo rector encuentran una UPC que requiere únicamente esfuerzos de planeación y fortalecimiento de la docencia. Buscar recursos para la investigación básica y desarrollos tecnológicos para el eficiente uso de los recursos pedagógicos. Aprovechar el valioso recurso humano existente.
Síntesis de una reflexión: los aspirantes a asumir la Rectoría han de estar especialmente comprometidos con procurar los mayores consensos para desde cuando asuma sus funciones y atribuciones todos los esfuerzos se concentren en procurar el fortalecimiento financiero de la UPC. No deben escrutar el pasado ni distraerse con avivar odiosos e inútiles desquites, encaminados hacia los senderos de la armonía, despersonalizando la institución.
Se requiere un CSJ consolidado y una rectoría sólida con capacidad gerencial y con intachables valores para llevar las riendas de la Universidad. Recuérdese que tienen a su cargo la formulación y ejecución de planes anuales de acción y de mejoramiento de la calidad.
No digo en vano todo lo anterior. Meza Daza ha sido un rector sobresaliente, así debe reconocérsele, sin ambages. Éxito señor rector y le expreso loas por su propositiva gestión al frente de la UPC porque supo liderar con templanza la institución.