La posibilidad de cambiar de panorama durante uno o varios días de la Semana Santa el departamento del Cesar ofrece varios destinos para el turismo religioso o simplemente para descansar.
San Diego es un reconocido destino por sus celebraciones religiosas, especialmente los jueves y viernes santos, con la Hermandad de Jesús Nazareno que reúne a una gran cantidad de personas y desde donde también es muy sencillo llegar al corregimiento de Los Tupes, donde se encuentra la iglesia doctrinera Santa Ana de los Tupes, que data aproximadamente de los años 1.700, reconocida como patrimonio local y que se encuentra en proceso de ser nombrada como patrimonio de carácter departamental para más adelante por medio del Ministerio de Cultura se otorgue la distinción a nivel nacional, según explicó Annie Marshall, de la Oficina de Patrimonio.
Otra población atractiva por estos días, dada su ferviente devoción católica, es Valencia de Jesús, que se encuentra a unos quince minutos de la capital cesarense.
Si las personas desean cambiar un poco de clima tienen también dos buenas opciones en el departamento, como lo son Pueblo Bello y Atánquez, que cuentan con una temperatura entre los 23° y 26°C por su cercanía con la Sierra Nevada de Santa Marta y donde hay variedad de productos de la zona que cosechan las comunidades allí asentadas. Además en la jurisdicción de Pueblo Bello se encuentra Nabusímake, capital espiritual de la cultura arhuaca y hasta donde pueden llegar las personas para conocer más sobre las tradiciones ancestrales de esta etnia.
Otra opción en este mismo sentido es Manaure que cuenta con una infraestructura turística que le permita tener una estadía cómoda y con balnearios con cascadas de aguas cristalinas y estaderos con piscina a la salida del municipio y muy cerca del río Manaure.
Si el deseo es darse un refrescante baño se encuentra el balneario La Mina, un lugar que resulta particular y atractivo por su naturaleza con piedras monolíticas.
Para estos destinos los presupuestos se pueden ajustar muy fácilmente por su cercanía con Valledupar, pues en estos lugares además de vivir las tradicionales celebraciones católicas se puede conocer más de las costumbres que tienen los lugareños, la oferta gastronómica y elementos artesanales.