Dice Asociación de Vendedores
Un llamado de atención a las autoridades competentes hizo el presidente de la Asociación de vendedores del balneario Hurtado, Abraham Hormaza, ante el abandono en el que, según él, se encuentran el Pueblito vallenato y el Parque Líneal de Hurtado, lugares turísticos que se encuentran totalmente descuidados sin que ningún ente le preste atención.
“Hemos hecho un llamado porque la erosión se está ‘comiendo’ los caminos del parque lineal, cuatro metros de árboles nativos han sido arrasados y mientras no se construyan unos gaviones de protección a la orilla de los ríos la erosión puede acabar con este sitio”, dijo Hormaza.
En el recorrido por el lugar se puede apreciar que otro de los inconvenientes es el derroche de energía en algunas luminarias, que se encienden durante el día, mientras en horas de la noche, algunos de los sectores del parque se encuentran a oscuras.
Para el mantenimiento del parque lineal de Hurtado se ha contado con el apoyo de la empresa Interaseo, cuyos ‘escobitas’ diariamente limpian la zona, igualmente un grupo de vendedores de la Asociación se ha convertido en veedor para contribuir con el aseo de este sitio turístico y el cuidado de los árboles.
El llamado, igualmente, es para que quienes visitan este sitio turístico se apropien de él y contribuyan con el mejoramiento del entorno, toda vez que se puede apreciar el deterioro de las hornillas y la falta de cuidado de árboles y arbustos, por los que también se debería preocupar la comunidad.
El Pueblito vallenato
El deterioro del Pueblito Vallenato es evidente. Su visita dejó de ser atractiva para el visitante ya que se encuentra en total abandono. A pocos pasos de la entrada se puede observar que la maleza ha cubierto gran parte de este centro turístico que otrora sirviera de cómplice para el desarrollo de actividades de integración familiar y de tertuliadero para los amigos.
A pesar de que hace algunos meses se inició una campaña para mejorar el aspecto físico del Pueblito Vallenato, en el que participaron inquietos jóvenes que se dieron a la tarea de pintarlo, cortar la maleza y llamar la atención de la comunidad para que disfrutara del Primer Festival del río Guatapurí, hoy nadie visita el sitio; el mirador sigue a la espera de las palmas ofrecidas para adecuar el techo, mientras la gente que acostumbra llegar al balneario espera que las autoridades se hagan cargo de su mantenimiento o lo conviertan en un parque de diversiones para rescatarlo y brindar espacios de recreación, porque de seguir en el abandono en el que se encuentra, está condenado a desaparecer.