No se puede desconocer que en Colombia lo que tenemos es una salud pobre para pobres que ayuda a consolidar la injusticia social, pero este problema de la salud no solo es social sino también político que es largo de explicar en un espacio corto como el que disponemos, claro que no se puede dejar de expresar que no sirve de nada una Constitución que afirma que Colombia es una Estado Social de Derecho cuando los pobres tienen que mendigar subsidios del Estado y no reciben la mínima salud para garantizar condiciones dignas de vida a los pobres.
Muchos han afirmado que la crisis de la estructura de la Salud en el país obedece a la falta de voluntad política para tomar decisiones de fondo, para otros simplemente la fórmula para que el sistema sea sostenible, no es fácil de encontrar. Desde que se creó el Sistema de Social en Salud según la Ley 100 de 1993 ha sido reformado por Leyes 1122 de 2007 y 1438 de 2011 y por decretos y disposiciones diversas que no han solucionado el problema de fondo, hay que afirmar que la falta de voluntad política para tomar decisiones de fondo como: Considerar a la Salud como un derecho fundamental, generar una reforma estructural del sistema, mejorar la vigilancia y control del mismo y sancionar a los corruptos.
Además hay que manifestar que el modelo de la Salud esta basado en la “competencia regulada”, que considera a la Salud como un negocio y no como un derecho fundamental, por esta razón las utilidades priman frente a la equidad de la atención oportuna y con calidad a las necesidades de la población.
Sin tener en cuenta quien es más eficiente y transparente, si lo privado o lo público se requiere inversión y apuesta política por un modelo de atención primaria en salud sin descuidar la atención adecuada de la enfermedad y sus complicaciones, hay que fortalecer los organismos de vigilancia y control de las instituciones de salud y al gasto en salud específicamente, y controlar la industria de tecnologías médicas para poder cubrir más y mejor a los Colombianos.
Estas medidas deben acompañarse de principios como el trabajo decente de todo recurso, el recurso humano en salud, el respeto a la autonomía profesional y el estimulo a la autorregulación ética de los mismos, entre otros.
Con todas las limitaciones expuestas y sugerencias debemos reconocer por experiencia propia que aquí en Valledupar se han dado y se están dando algunos desarrollos por lo menos para ponerse al tanto de los avances tecnológicos y médicos que existen en otras ciudades de Colombia y fuera del territorio, ya no tenemos necesidad de salir corriendo para Bogotá por ejemplo, para un tratamiento de Cáncer ya que aquí contamos con una institución que sabe de estos menesteres como lo es la Sociedad de Oncología y Hematología “SOHEC” y en el área de Cardiología contamos con el Instituto Cardiovascular del Cesar por decir de algunos desarrollos con calidad en Salud.