Dos años de trabajo silencioso
A sus dos años de trabajo en esta región, el Programa de Desarrollo y Paz del Cesar ha tejido de manera silenciosa relaciones; ha construido puentes de confianza, generando espacios de encuentro y articulación entre instituciones y, fundamentalmente, ha acompañado dinámicas e iniciativas que apuntan al fortalecimiento de la participación social, ciudadana, comunitaria y política.
Su accionar depende de los acuerdos construidos con otros a partir del ejercicio del diálogo con líderes y lideresas de la región, quienes buscan fortalecer las expresiones de la sociedad civil a partir de la construcción de lo público.
Fabio Canchila, coordinador del Programa de Desarrollo y Paz del Cesar señala que los esfuerzos se dirigen también hacia construcción de paz desde la ciudadanía y todo lo que representa la promoción de la cultura de la vida, la ciudadanía activa y la convivencia. “Hay acción alrededor de la integración de organizaciones y comunidades en la dinámica de desarrollo local, con un especial interés en un desarrollo que supere lo eminentemente económico y productivo”, dice.
Otro de los papeles que cumple el Programa de Desarrollo y Paz del Cesar es generar espacios de articulación en temas como la inclusión social, sobre todo, desde el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural en el departamento del Cesar para que las propuestas que se están llevando desde las diferentes expresiones de la sociedad civil del departamento, sean tenidas en cuenta.
En la actualidad ha dedicado todo su esfuerzo en el acompañamiento de los Consejos Territoriales de Planeación y para ello ha logrado establecer una relación con GTZ alemana y el Departamento Nacional de Planeación, con el fin de instaurar un plan de trabajo para todo el año generando unos espacios con los consejeros territoriales en los diferentes municipios del departamento, así como del Consejo Departamental de Planeación.
“Lo que se está haciendo es brindarles herramientas y la información que pueda ser útil para proponer los conceptos de plan de desarrollo, pero también estamos brindando algunos elementos que ayuden a definir su entorno, que es todo lo que puede ser la gobernabilidad interna con los consejos territoriales”, afirma Canchila.
El programa de Desarrollo del Cesar se las ha ingeniado para plantear estrategias de relacionamiento claro entre el Consejo Territorial, las alcaldías y el resto de las expresiones de la sociedad civil.
“Desde el Programa de Desarrollo y Paz nos interesan los Consejos Territoriales como espacios de participación social donde la ciudadanía tiene la posibilidad de hacer análisis, reflexión y propuestas consistente frente a lo que es el desarrollo territorial”, dice. Y añade que es un espacio legal que se legitima en la medida en que se den las participaciones y las representaciones de las diferentes expresiones de la sociedad civil.
Este papel de mediación eficaz entre sociedad civil, instituciones públicas y privadas y organizaciones de cooperación internacional solo se ven sombreado por la válida preocupación de Canchila que sabe que en este momento se está viviendo un periodo especial que son la construcción de los planes de desarrollo locales, pero también es cierto que la senda de la constitución del desarrollo y la paz supera la coyuntura de los planes de desarrollo. La pregunta es ¿cómo lograr que las alianzas y las articulaciones que se están construyendo realmente permitan mantener la continuidad y el acompañamiento de los procesos? Aunque para esta interrogante no hay una respuesta clara, todo parece indicar que de aquí en adelante depende más del interés de las comunidades y las instituciones en mantener los lazos que permitan construir procesos a largo plazo.
El Programa de Desarrollo y Paz es una iniciativa de sociedad civil organizada, que tiene el interés de facilitar y dinamizar procesos territoriales de desarrollo y paz. Busca la articulación de la sociedad civil y la institucionalidad pública, el sector privado, la cooperación internacional para focalizar esfuerzos en temas que se consideren pertinentes, bien sea porque son desafíos estructurales o porque se pueden considerar como desencadenantes de iniciativas y dinámicas de desarrollo local y construcción de paz.
Está integrado por la Diócesis de Valledupar, la UDES, la Fundación para el Área Andina, Cámara de Comercio, Servipaz S.A. y Carboandes son parte de la junta directiva de lo que hoy se conoce como Corporación Desarrollo y Paz del Cesar.
¿Cómo lograr que las alianzas y las articulaciones que se están construyendo realmente permitan mantener la continuidad y el acompañamiento de los procesos?