Cuando en 1999 el Concejo Municipal adoptó el primer Plan de Ordenamiento Territorial de Valledupar, lo hizo pensando, tal vez de manera ingenua, en la idea de que las administraciones municipales valorarían la necesidad de ejecutar los estudios técnicos esenciales para reducir el nivel de incertidumbre en la toma de decisiones y sustentar técnicamente la proyección de una ciudad moderna y organizada.
Sin embargo la realidad es otra. Luego de más de trece años de oportunidades perdidas para dinamizar la sociedad y la economía, Valledupar sigue atascada por la carencia de los estudios básicos técnicos que podrían haber impulsado los planes maestros de servicios públicos, movilidad, vivienda, zonas verdes, equipamiento comunal, espacio público, planes parciales y macroproyectos de interés general.
Hoy el desorden urbano, el caos vehicular y la inseguridad muestran mucho más que la falta de autoridad por parte del gobierno municipal; al parecer la Planeación como concepto se agotó en la formulación del Plan de Desarrollo Municipal y ahora se proponen contratar la revisión general del POT sin tener los estudios técnicos que lo respalden.
El equipo consultor del POT que asuma el reto no es un grupo de magia que pueda sacar de las mangas los estudios que no se hicieron; su labor será algo más que facilitar la interrelación de actores e instituciones, también interpretará los acuerdos entre diferentes sectores de la sociedad y analizará los estudios técnicos que le entregue la Alcaldía de Valledupar, con base en los cuales se harán las consultas a las comunidades y expondrá ante gremios y expertos locales las nuevas propuestas para realinear la ruta hacia el futuro deseado.
Pero al parecer, luego de haber enfatizado los gremios locales en carta al Alcalde la necesidad de tener los estudios técnicos completos y de haberse pronunciado públicamente el equipo técnico de Camacol sobre el error de la Oficina de Planeación Municipal de promover la revisión del POT sin tener todos los estudios, nadie en la Alcaldía parece haber entendido el mensaje, especialmente porque no tienen claro si lo que viene es una revisión o una modificación excepcional. Ya retiraron el proyecto presentado al Concejo Municipal para vigencias futuras, una buena decisión, y abrieron la convocatoria para contratar la consultoría que haría la revisión los estudios técnicos.
Lo que se necesita en la Administración Municipal es un equipo de asesores con competencias profesionales e intelectuales para entender que Valledupar requiere aprovechar esta oportunidad histórica de tener un POT de lujo, que le permita consolidarse como municipio competitivo en lo territorial, sostenible en lo ambiental y orgullo de todo el pueblo colombiano. Por lo tanto debe primar el interés general y no particular, como parece estar ocurriendo con este tema.