Sin duda, el Cesar es un departamento palmero, por eso, en el mapa de municipios con hectáreas de palma de aceite sembradas el 92 % del territorio aparece en verde: en 23 de 25 municipios hay cosechas de palma de aceite. Manaure y Pueblo Bello son la excepción.
Pero el tema de la palma en el Cesar es relativamente nuevo, en comparación con el algodón o el arroz, sin embargo, es el cultivo a mayor escala con el crecimiento más alto en el departamento en los últimos 12 años.
Lo anterior es el resultado del incremento constante de hectáreas sembradas en el departamento desde el 2007 hasta el 2018, a excepción del 2015, único año donde no aumentó el área de siembra principalmente por el duro fenómeno de El niño que sufrió el país ese año.
DOMINIO EN EL CAMPO
Ese crecimiento constante posicionó al Cesar como el segundo departamento de mayor importancia a nivel nacional en cultivos de palma, no solo por las 94.594 hectáreas reportadas, sino por la industria creada en el departamento por empresas como Oleoflores o Palmas del Cesar, que participan en casi todo el circulo industrial de la palma.
Solo por analizar, el 42 % de la producción industrial del Cesar está relacionada con la elaboración de aceites y grasas de origen vegetal y animal donde el cultivo de palma es el protagonista. Incluso, basados en cifras oficiales, esta industria genera más empleos en el Cesar que la minería, utilizando casi un tercio del territorio menos.
Las cifras señalan que en el 2018, en el Cesar la palma de aceite generó alrededor de 27.291 empleos, entre directos e indirectos, mientras que la minería alcanza los 16.000. No obstante, esta última, con materiales como el carbón, representa más del 99 % de las exportaciones del Cesar.
RETOS AMBIENTALES
Pero la palma no está exenta de discusiones, menos aún, con un crecimiento acelerado de casi el 147 % en doce años y la demanda de recursos naturales en su cosecha.
En este punto, el agua es la clave de la discusión. Dividido en tres zonas, la parte norte (Valledupar, La Paz, Codazzi, San Diego, El Copey, Bosconia) presenta una menor pluviosidad que la parte sur (San Alberto, San Martín, Aguachica, González, Río de Oro, Gamarra) que cuenta con importantes cuerpos de agua como la ciénaga de La Zapatosa y frontera con el río Magdalena.
“En términos medio ambientales el Cesar sufre mucho la falta de agua, sobre todo al norte. Es un departamento con una pluviosidad que es baja en la parte norte. Por eso, vamos a hacer una inversión en ciencia y tecnología con recursos del fondo de regalías Cesar donde vamos a trabajar varios temas relacionados con el agua. Un primer tema es la parte genética: vamos a hacer una investigación de todos los cultivos que están en el mercado para ver cuáles tienen mayor tolerancia a un estrés hídrico. Esto significa que hay algunos cultivos de palma que requieren de menos agua o que pueden perder menos producción cuando hay estrés de agua”, explicó el director del Centro de Investigación en Palma de Aceite, Cenipalma, Alexandre Cooman.
En promedio, siguiendo a Cenipalma, un cultivo de palma de aceite utiliza cinco litros de agua por metro cuadrado por día. “No es diferente a otros cultivos, pero lo importante es hacer un uso eficiente del agua para que esa huella hídrica sea la menor posible y eso es viable con sistemas precisos de riego, que requieren mayor inversión que no solo ahorran agua, sino que también son un negocio”, agregó.
ENFRENTANDO LA PLAGA
Las plagas en el sector de la palma son letales. La pudrición de cogollo o también conocido como PC es la plaga más dañina, y según Cenipalma, en los últimos 15 años ha destruido alrededor de 70.000 hectáreas con pérdidas de hasta 2.400 millones de dólares.
Aunque en el Cesar no ha causado grandes daños, las zonas cercanas al sur del departamento han sido las principales afectadas, por ejemplo, en el municipio de Puerto Wilches, Santander, y Magdalena medio. Por eso, las empresas del sur del departamento están en constante alerta para evitar una propagación.
“Esto es como cualquier enfermedad: si la detectamos temprano, la podremos enfrentar mejor, e igual que los otros negocios, se debe estar revisando y detallando cada espacio de la siembra para que si se detecta una anomalía, intervenirla enseguida. Lo peor que puede hacer un palmicultor es quedarse quieto ante la enfermedad”, señaló Miguel Sarmiento, presidente de la Junta Directiva de Cenipalma.
INDUSTRIA
En el Cesar nueve plantas sectorizadas por todo el departamento, son las encargadas de convertir esta cosecha en una de las industrias más importante del campo, sobre todo en la producción de aceite.
En cálculos generales, la palma aporta solo por venta de fruto entre $400 y $500 mil millones en el Cesar, lo cual representa entre el 25 % y el 30 % del Producto Interno Bruto, PIB, agropecuario del departamento, según información de la Secretaría de Agricultura departamental.
En la decena de productos en los que participa la palma de aceite, ya sea galletas, cereales, salsas, mantequillas, mayonesas, una de las apuestas más grandes es la del biodiesel. Sin embargo, en el último mes enfrentaron un retroceso. Dentro de la mezcla en la producción del biodiesel había aumentado a un 12 % la participación de la palma. Sin embargo, el Gobierno la volvió a reducir a 10 % por problemas que impidieron cumplir el pacto. Por eso, el gremio de palmicultores levantó una queja.
“Esta situación tiene un impacto muy fuerte en diversos frentes de la economía palmera, de los cuales señalaría la pérdida de oportunidades de venta en el mercado local, que estimamos sea del orden de las 53.000 toneladas de menores ventas en el mercado doméstico”, explicó el presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, durante la instalación de la XV Reunión Técnica Nacional de Palma de Aceite, que se desarrolla en Bucaramanga desde el 25 hasta el 27 de septiembre.
El aumento en un 12 % en la mezcla del biodiesel tenía como justificación la disminución progresiva de las emisiones de gases efecto invernadero. En ese sentido, explica un experto, la proyección a comienzo de la década del 2.000 sobre el aumento de la participación del aceite de palma en la mezcla del biodiesel fue una de las razones para el incremento en las hectáreas sembradas en el Cesar.
Por: DEIVIS CARO / EL PILÓN
defancaro1392@gmail.com