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EL PILÓN y la región, con Venezuela en el corazón

Hace una semana este diario inició su ‘campaña Venezuela’, una serie de noticias y análisis sobre la situación venezolana y la encrucijada del hermano país por las elecciones presidenciales de este domingo.

Siempre hemos estado pendientes de esa situación y de la familia venezolana que enfrenta las perspectivas del reencuentro y la reconciliación o la profundización de la ruptura y la separación. El sentido del voto determinará el futuro de tantas vidas, como las de aquellas que masivamente salieron en años recientes previos a la pandemia del coronavirus, a buscar horizontes fuera de sus fronteras.

Buena parte de ellos, que se estiman en 3 millones, llegaron a Colombia, que adoptó una postura generosa frente a los venezolanos al pisar nuestro país, como desde mediados del siglo pasado habían sido acogidos en la emergente Venezuela petrolera.

Esta semana evidenciamos un movimiento inmenso de ‘patriotas’ que pasaron la frontera para ir a votar en el territorio nativo de Bolívar, y se dio un fenómeno en todos los terminales de América y de todo el mundo. El gobierno de Nicolás Maduro rápidamente cerró las fronteras, pues a pesar de que según la ONU había 5 millones de habilitados votantes en el exterior sólo se habían habilitado 69.000 (asevera el diario iberoamericano El País). Con todo, hubo paso en trochas y cielos.

La firma de riesgo financiero Barclays pronostica “que Venezuela experimentará una expansión económica significativa como consecuencia de la restauración de la democracia, pero tres factores serán claves para el logro de este objetivo: 1) la capacidad de la oposición para demostrar su potencial victoria; 2) la cohesión de la coalición oficialista; y 3) la negociación de garantías. Esto implica que el resultado podría no conocerse hasta dentro de varios días, y las negociaciones podrían extenderse (…) Colombia el beneficiario más claro de una posible transición”.

Venezuela ha estado en el corazón de nuestra región de frontera, añoramos esa fraternidad, esos encuentros, esos intercambios estudiantiles, artísticos y deportivos de hace unas décadas. Y fuerte intercambio comercial: hace algo más de dos años en un intento de nuestros comerciantes agrupados en Fenalco y afiliados a la Cámara de Comercio, se fue al Zulia a identificar el potencial de una insinuada reactivación de la economía vecina, pero eso no cogió tracción; tampoco el intento en medios en refrescar las viejas alternativas de conexión vial directa entre los países, hecho que fue motivado y registrado en nuestras páginas.

Nunca se nos olvida tampoco que junto con los guajiros nos sentimos en Maracaibo, Machiques o en Caracas, para nombrar algunas ciudades, como en casa, y que la música vallenata ha tenido allá alta simpatía. Los wayuus son primero guajiros, pero a veces se olvida que existen la guajira colombiana y la guajira venezolana. Si no hubiera habido algunos hechos históricos de un hirsuto nacionalismo seríamos una sola nación.

Este departamento del Cesar se creó gracias a la enjundia de la dirigencia social y política, los agricultores, ganaderos, mujeres y migrantes del resto de Colombia atraídos por el algodón y su potencial agropecuario, a su cultura artística y musical y al mercado venezolano. Siempre hemos llevado a Venezuela en el corazón, y solo le deseamos amor, fortuna y paz.

Categories: Editorial
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