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¿El petróleo es fuente de libertad?

Desde mí cocina
Por Silvia Betancourt Alliegro

“Una gota de petróleo vale una gota de sangre”
Clemenceau
Los artículos de los periódicos publican la superficie de los hechos, lo que los dueños del poder (temporal) quieren que se sepa desde el punto de vista vehemente y parcializado de los beligerantes y siempre esgrimen una espada de doble filo: la lucha ideológica entre el comunismo y el capitalismo.

En el conflicto árabe israelí, por ejemplo, el punto de partida fue claro: los sionistas ocuparon un territorio habitado por hombres de otra religión: los palestinos musulmanes; los hebreos rasos, las masas, lo tomaron desde el punto de vista religioso: el retorno a la tierra prometida después de dos mil años de rechazos y cacerías.

Es comprensible que árabes y judíos hayan llegado a las manos: cuando dos campesinos no se ponen de acuerdo sobre la explotación de un terreno, salen a relucir los machetes. Pero… si unos ‘amigos’ riquísimos les venden, financiados, barcos, misiles cañones, aviones, instructores y pertrechos, se sospecha que unos intereses desconocidos están en juego.

No podremos saber nunca cuántos miles de millones de dólares se han invertido en material de guerra, esas armas han sido facilitadas en determinadas regiones del planeta, y casualmente, siempre hay petróleo.

Combatir a un país no impide comerciar con él…así ocurre en Oriente Medio, así ocurre en Venezuela… lea  usted lo que dijo, allá por el año 1967, el presidente de la Esso Standard SAF, Serge Scheer: “Depender del petróleo ruso significa depender a largo plazo de sus estructuras políticas. Significa, además, provocar el repliegue sobre sí mismas de las naciones industriales y la ruina de aquellos países productores cuya vida económica entera y desarrollo descansan en la explotación del petróleo, tales como Venezuela o los Estados del Oriente Medio”.
Venezuela, por esos años, estaba vendida íntegramente a las grandes compañías petroquímicas de Estados Unidos, y estaba proyectada como el teatro donde se desarrollaría una gran revuelta que abarcaría toda la América Latina. Vea usted, lo lograron, después de casi medio siglo, y sin ofrendar sangre por petróleo.

Actualmente, Venezuela y la República Islámica de Irán tienen un intercambio comercial que ronda los cinco mil millones de dólares, así como convenios para establecer en tierras venezolanas fábricas de cemento, satélites, alimentos, tractores y bicicletas, lo que evidencia el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre ambas naciones

La gira del presidente de Irán Mahmud Ahmadineyad por cuatro países de Latinoamérica (Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador), el Gobierno de los EEUU ha hecho una advertencia sobre su recién estrenada Ley de Gastos de Defensa. Habrá sanciones contra aquellos países que negocien con el Banco Central de Irán. Colombia, indirectamente, se verá afectada, lo veremos.

yastao2@hotmail.com

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