Filomena es una habitante del municipio de El Paso, una población carbonífera en el centro del Cesar que padece múltiples problemas sociales y entre esos la falta de agua potable. Esta mujer de 53 años de edad tiene que salir de su casa con una caneca en la mano en búsqueda del preciado líquido debido a que en la cabecera municipal no cuentan con un servicio apto para el consumo humano.
El agua con la que se abastece el acueducto municipal proviene de pozos subterráneos, es salobre y la mayoría de veces llega al grifo completamente sucia, por lo que muchas familias han optado por no consumirla y sumarle a los gastos del mes la compra de las ‘pimpinas’ con agua.
Quienes tienen la posibilidad de hacerlo, compran el agua que inicialmente la encargaban a Valledupar; mientras que las personas de escasos recursos la hierven o se arriesgan a consumirla cruda afectando la salud, principalmente la de los niños.
De esta problemática que afecta a unos 12 mil habitantes de la cabecera municipal de El Paso, una familia ha sacado provecho. Mientras las administraciones han pasado año tras año prometiendo solucionar la falta de agua potable en la población, sin que se hayan cumplido, Franklin Chacón Leiva decidió vender agua que lleva desde la capital del Cesar, negocio que le ha dado para mantener su hogar.
Desde hace 10 años este hombre junto a su familia empezó a llevar el ‘agua del Valle’ a esta población, idea que fue acogida con beneplácito entre sus paisanos, pues así ya no tenían que esperar viajar a Valledupar para llevar el líquido para su consumo.
El negocio ha ido creciendo. Hoy además de vender el agua en canecas, tiene una empacadora y compra los rollos de bolsas para vender el agua empacada.
El negocio del agua
Además de los servicios de energía eléctrica, gas y acueducto y alcantarillado, los habitantes de esta población tienen que aparatar un dinero extra para comprar agua potable.
Una pimpina de agua en El Paso cuesta tres mil pesos y hace 20 litros, lo que significa que cada litro del preciado líquido cuesta 150 pesos, una cifra para muchos irrisoria, pero dependiendo del número de personas en el hogar tienen que comprar hasta cinco pimpinas por semana, las cuales tendrían un valor de 15 mil pesos. Y aunque es poco, muchas personas de escasos recursos no los tienen.
En el caso de Filomena, le contó a EL PILÓN que en su casa viven tres personas. En este hogar compran tres pimpinas a la semana, es decir que se gastan 36 mil pesos al mes en la compra del agua, sumado a los demás gastos normales de la casa.
“Esa agua del acueducto no se puede consumir porque es muy sucia y salada; sin embargo en El Paso el servicio del agua es relativamente bueno, porque todo el día hay agua. Sólo la quitan de noche. Esperamos que esta nueva administración pueda cumplir con mejorar el servicio y que por fin tengamos agua potable”, dijo Álvaro Ríos habitante de la población.
Yenis Chacón Leiva y su hermano Franklin son los dueños del negocio. Cada 15 días esperan el carrotanque que llega desde la capital del Cesar con 7.500 litros de agua para abastecer a toda la población. Esta cantidad debe durar dos semanas o de lo contrario los paseros sufrirán de sed.
Chacón Leiva dijo que en los últimos meses han optado por empacar el agua. Por lo que compran un rollo de bolsas por cien mil y las distribuyen por pacas de 50 por un valor de tres mil pesos. Esta familia construyó un local en el que con ayuda de un ingeniero instalaron un sistema que hace más fácil el empaque del agua y con este negocio han generado cinco empleos.
Ha sido tan rentable el negocio que hoy esta familia distribuye el agua a las tiendas de la población y a los corregimientos de Cuatro Vientos, Casa de Zinc, El Carmen y Puente Canoa, donde sus habitantes también padecen por la falta de agua potable.
La idea inicial del negocio fue de Franklin que hoy cuenta con la ayuda de su hermana Yenis quien vivió durante 25 años en Venezuela y por el problema que se generó con el cierre de la frontera decidió regresar a su tierra natal en compañía de tres de sus hijos para empezar de nuevo. Hoy labora con su hermano en la venta de ‘agua del Valle’, un negocio que cada día crece más.
Falta de gestión
Mientras que en otros municipios del Cesar se quejan porque no hay agua a ninguna hora del día, en El Paso pasa todo lo contrario. En esta población el servicio está habilitado desde las 5:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde con una buena presión; sin embargo no es apto para el consumo humano, por lo que muchos habitantes han optado por no pagar las facturas, a pesar que el valor está entre 10 y 15 mil pesos, lo que genera crisis en la empresa de servicios públicos del municipio.
“No es justo que estemos pagando un servicio tan malo. El agua muchas veces sale sucia y hace daño a las personas”, expresó Ana Moreno.
El alcalde de esta población minera, Hidalfo De la Cruz afirmó que ha venido haciendo un trabajo planificado, revisando en todo el municipio los temas prioritarios que necesitan intervención; y el principal es el agua potable, por lo que ejecutará un proyecto de acueducto y alcantarillado para empezar a atacar ese inconveniente.
El Paso tiene 36 años de vida administrativa y desde entonces sus habitantes esperan el agua potable.
Administraciones anteriores han prometido ampliar coberturas y optimizar los sistemas de acueducto de la cabecera municipal y los corregimientos, además de fortalecer la alianza institucional con la empresa prestadora de los servicios públicos para mejorar el servicio de acueducto y alcantarillado en el municipio, pero no se han solucionado el problema.
Hidalfo De La Cruz dijo que dentro de los proyectos que tiene para su gobierno es el tema de la planta de tratamiento de agua potable para la cabecera municipal. “Es el mecanismo que vemos más factible”, expresó.
Aseguró que en lo que resta del mes de enero gestionará ante el nivel nacional los recursos necesarios para la construcción de la planta de tratamiento de agua potable para la cabecera municipal, debido a que en el corregimiento de La Loma de Calenturas ya cuentan con el servicio, sin embargo esa planta de tratamiento no es suficiente para las dos poblaciones. “Se necesita otra en la cabecera municipal por la distancia que hay entre El Paso y La Loma y por algunas condiciones físicas”, acotó el mandatario.
Esta situación también tiene molestos a los habitantes de El Paso, porque aseguraron que todos los alcaldes se han enfatizado en solucionar los problemas de La Loma que es un corregimiento y tienen a la cabecera municipal en el olvido. “El agua de aquí mancha hasta las paredes del baño, sale de un color como tierra, no es apta para el consumo”, dijo Alfredo Martínez.
“Este ha sido un problema desafortunadamente de hace muchos años y ninguna administración proyectó la construcción de la planta de tratamiento en la cabecera municipal, por lo que hoy es nuestro compromiso y vamos a trabajar con base en este concepto y este propósito de construcción. Lo que respecta al tiempo que nos haga falta mientras que construyamos la planta debemos decirles a los paseros que nosotros queremos llevarle agua potable”, indicó De La Cruz.
El mandatario agregó que gestiona un mecanismo para que al menos por ahora pueda llevar agua potable en carrotanque y así solucionar esta molestia mientras que puede conseguir los recursos necesarios para remediar de manera definitiva el problema. “Son cerca de 12 mil los habitantes que están sufriendo este gran flagelo de agua potable”, acotó el Alcalde de El Paso.
Sabías que…
Mientras que en la cabecera municipal de El Paso sus habitantes sufren por la falta de agua, en el corregimiento de La Loma con ayuda de la empresa minera, se mejoró el suministro del preciado líquido y sus habitantes pueden gozar de agua potable y constante en sus hogares.
Puntos de vista
Luis Francisco Campo: El servicio no es el mejor, la mayoría de las personas prefieren comprarla para consumirla. Eso ha sido siempre y mucha gente no paga el consumo que usan para regar.
Abadis Bandera: El agua es muy sucia por lo que hemos optado por comprarla a la gente que la trae de Valledupar. La de aquí la usamos para regar las matas y lavar.
El servicio de agua en el municipio de El Paso está habilitado desde las 5:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde; sin embargo el líquido no es apto para el consumo humano, lo que obliga a los habitantes de la población a comprar el agua que llevan de Valledupar.
Sabias que…
-Cada 15 días llegan a El Paso 7.500 litros de agua desde Valledupar.
-Una caneca de 20 litros la venden a tres mil pesos, es decir que 1 litro sale a 150 pesos.
-Una familia numerosa que consuma en promedio cinco canecas por semana estaría pagando 60 mil pesos al mes.
Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co