Por Abdel Martínez Pérez
abdel.martinez@elpilon.com.co
Las más de cien familias que residen en el sector ‘El Paraíso’, no viven como reyes, tal como lo hace pensar su nombre, en el que la comunidad sería económicamente solvente, pero la realidad de la vida, es otra, pese a que el centenar de viviendas, están divididas en El Paraíso pobre y El Paraíso rico, porque viven en la extrema pobreza, porque en algunas ocasiones no tienen ni con qué comer, ni cómo pagar las facturas de los servicios público.
Este sector, localizado en la margen derecha del río Guatapurí y en entorno del centro histórico y del Viejo Valledupar, goza de algunos servicios básicos, porque los han instalados de manera ilegal, y están privados de otros, como el alcantarillado, pavimentación y la telefonía convencional, porque es un barrio subnormal.
Allí las familias ávidas de una vivienda, por diversas circunstancias de la vida ocuparon irregularmente esos terrenos que son de propiedad del municipio y que además fueron declarados reserva natural.
Las casas de la zona están construidas de tablas, cartón, zinc, con techo de plásticos sostenidos con piedras, para que no sean ‘volados’ por el fuerte viento, no tienen piso de cemento, sus calles polvorientas y empedradas llenas de agua servidas, dan muestra de gente pobre que reside en condiciones infrahumanas y sin ninguna esperanza de progreso, en caso de que continuar en esa área declarada de alto riesgo.
El Guatapurí baña a los sectores de Pescaíto, Zapato en Mano, Canta Rana, Nueva Colombia y El Paraíso, entre otros, donde algunas de las familias ya recibieron la carta de asignación de vivienda por parte del Municipio, con el compromiso que deben entregar el ‘rancho’ en donde viven.
Puntos de vista
Marta Villareal, habitante. Pese a que somos estratos uno, los recibos por el consumo de agua, y luz, llegan muy caros y uno no tiene plata para pagarlos, sin embargo, no pagamos el servicio de agua.
María Angélica Teherán, residente. Aquí no recibimos la ayuda de nadie; ninguna entidad se interesa por nosotros y esperamos que la promesa de las nuevas casas, sea una realidad.
Juany Villareal, residente. Por ahí nos llegaron las cartas para desocupar el barrio. Dicen que nos van a llevar para un barrio cerca de Mercabastos, donde nos van a entregar una casa.