Mañana cinco de septiembre, día en que se conmemora la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Beneficencia con el fin de contribuir a la promoción del diálogo, la solidaridad y la comprensión mutua entre las personas y los diferentes pueblos del mundo.
Que la fecha sea pertinente para hacer desde estas páginas un llamado al diálogo y a la reconciliación de los colombianos en todos los escenarios especialmente aquellos que dejan damnificados, desplazados y en general, víctimas de la guerra y de la intolerancia que a diario carcome nuestras comunidades.
Los actos de beneficencia pueden aliviar los peores efectos de las crisis humanitarias, y hacer valer los derechos fundamentales como el acceso a servicios públicos, a la salud, la educación, la vivienda y la protección de la infancia.
Es por eso que durante muchas décadas en nuestro país, las entidades de beneficencia fueron relacionadas con las empresas que manejaban las loterías en los diversos departamentos teniendo en cuenta que los recursos serían destinados al sector salud en los ordenamientos territoriales.
Sin embargo, el término es muy amplio en todo el sentido de la palabra y los organismos como la Cruz Roja, la Defensa Civil, así como ONGS y fundaciones sin ánimo de lucro, son catalogadas como entidades benéficas en pro de los desprotegidos y necesitados.
En estos días, cuando en medio de las negociaciones que sostiene el gobierno colombiano con las Farc, miles de compatriotas que fueron expulsados del vecino país de Venezuela sufren los atropellos de un gobierno violatorio de los derechos fundamentales del ser humano, es cuando se debe resaltar el papel de la caridad y la benevolencia.
La situación con Venezuela es de tensión, y preocupa la suerte de muchos colombianos oriundos de Valledupar y el Cesar que habitan en ese país, teniendo en cuenta que según la Defensoría del Pueblo, 50 familias han llegado a esta capital procedentes del país vecino, escapando del maltrato, huyendo de ese territorio que un día los acogió para luego ultrajarlos y deportarlos como se ha evidenciado y denunciado por todos los medios de comunicación.
Debemos estar siempre prestos a colaborar, ser solidarios, y desde nuestras familias, llevar a nuestros hermanos una voz de aliento, una ayuda a la hora de mitigar el sufrimiento.
La Organización de Naciones Unidas, en este fecha, invita a todos los estados miembros, y demás organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, incluidas las organizaciones no gubernamentales y los particulares, a celebrar este día con actividades educativas y de concientización a cerca del significado de la beneficencia.