Por: José M. Aponte Martínez
“Como Toyota nuevo pidiendo vía”, pero esta vez con la doble, bajo y guinche voy a divulgar, propender y promulgar por la candidatura de Juan Manuel Santos a la Presidencia de la República por todos los rincones de Colombia, especialmente del Cesar y La Guajira; y desde ya, doctor Carlos Rodado Noriega, téngame como un soldado más del Ejercito de conservadores que vamos a defender esta causa con usted a la cabeza.
Lo voy a hacer a conciencia, porque estoy convencido que el Dr. Santos está preparado y graduado en buena escuela para gobernar a Colombia, conoce sus falencias y necesidades ya que fue Ministro de Hacienda; maneja las relaciones comerciales como el mejor y fehacientemente lo demostró en esa cartera ministerial, conoce los laberintos e intrigas de la política, pues se ha criado en ese ambiente y fue primer Designado, que equivale a la vicepresidencia de hoy y – en materia de seguridad, especialmente la democrática, es un maestro tal como se vio en el Ministerio de Defensa de éste Gobierno, de donde renunció para aspirar a la primera magistratura de la Nación. ¡Más pergaminos pa’ donde!
Pero además, lo voy apoyar porque tengo la obligación como colombiano de defender a toda costa la integridad física y moral del Presidente Álvaro Uribe Vélez, a quien las hordas de la oposición están dispuestas, de llegar al poder, a desterrarlo, aniquilarlo o por lo menos meterlo preso por el hecho de haberle servido a los colombianos, recuperando un país que estaba en manos de la guerrilla que orgullosamente se paseaba por todo su territorio como amos y señores, disponiendo de la vida, la libertad, los bienes y la honra de todos sus habitantes y sé que como presidente el Dr. Santos no dejará prosperar esas insanas y perversas inclinaciones del Polo, El Liberalismo, Opción Verde y quizás, no me atrevo aceptarlo, pero de pronto de la Dra. Noemí con el escaso porcentaje del Conservatismo que la acompaña, encabezado, ver para creer por el inefable Carlos Holguín Sardi.
Los cesarenses y guajiros, me equivoco, los colombianos, no podemos olvidar que hace 8 años los agricultores no podían sembrar nada, los ganaderos no se asomaban a ver sus hatos, los comerciantes todos estaban vacunados al igual que los industriales, los transportadores de pasajero y de carga sufrían el rigor de ver quemados sus vehículos en las carreteras, que si uno se aventuraba a ir a cualquier parte exponía su vida y su integridad, que las estaciones de gasolina se cerraban a las 6 p.m. al igual que el comercio en general, que los ingenieros y arquitectos se arruinaron porque no podían contratar y si lo hacían las ganancias eran para la guerrilla y los paracos, y en fin que todas las actividades eran controladas y manejadas a su antojo por los grupos insurgentes y que ya uno no podía ni siquiera sentarse en la puerta de la calle porque de ahí se lo llevaban.
Los grupos insurgentes están vivos, pero menguados y diezmados y no se debe dejar que tomen aire; será que con filosofía, matemáticas, falda y sonrisa agradable en vez de manos fuertes se acabarán?. Dígalo usted presidente Pastrana que todo le dio a la guerrilla y en todo la complació. ¿Será que sí?
En cuanto al Directorio Nacional Conservador con su política de disciplina para perros y con sus payasadas, aquí estuvieron y qué hicieron? Nada, pero aquí si hicimos lo que nos dio la gana. Dejen que Colombia siga mejorando y salgamos del atolladero y elijamos a Juan Manuel Santos Presidente de Colombia en la primera vuelta, que eso es lo más sano para el país.