El alcalde de Valledupar, Mello Castro, y el coronel de la Policía del Cesar, Douglas Restrepo, deben procurar, como servidores públicos y por los cargos que ocupan, sentarse a planear y trabajar juntos por mejorar la seguridad de Valledupar. Separados, por caminos distintos, sin comunicación, es imposible obtener resultados positivos.
Es cierto, y no son percepciones, aquellos comentarios de que la inseguridad está disparada en Valledupar. Casi que a diario reportan los medios de comunicación, y sobre todo las redes sociales, hurtos y homicidios en la ciudad, los dos delitos que más afectan la tranquilidad de los vallenatos.
No hay duda, debemos actuar, todos los sectores, de forma unida. Y más alcalde y coronel, como máximas autoridades, en sus respectivas funciones institucionales, dando ejemplo de unidad y trabajo en grupo.
El alcalde, escuchando a la comunidad desesperada y con el fin de no darle pábulo a sus opositores, que exigen resultados y lo venían señalando como el responsable de la seguridad, dio una rueda de prensa este miércoles en la Alcaldía de Valledupar, donde dejó ver que no está contento con el coronel Douglas.
“Al coronel de la Policía le hemos dado todas las herramientas y eso ha sido concertado con ellos, pero es hora que identifique el clamor de la ciudadanía, por eso quiero decir que yo no puedo ser alcalde y policía al mismo tiempo; necesitamos que la Fuerza Pública haga su trabajo y que cumpla con lo que se ha venido pidiendo porque lo que está haciendo no es suficiente y necesitamos resultados inmediatos; si no vemos esos resultados necesitamos que el coronel se aparte del cargo porque vamos a pedir cambio del coronel de la Policía”, advirtió el mandatario.
Él como cabeza de gobierno municipal es el formal jefe de la Policía e hizo bien en dejarlo claro. Pero no es en realidad el jefe de operaciones de la Policía, no le da instrucciones a los agentes, no los distribuye en la ciudad, no determina sus horarios, su dotación específica ni controla las comunicaciones internas ni la frecuencia de los patrullajes en la calle. Actúa más como un gestor, facilitador, proveedor, como lo ha sido al recordar los recursos que ha concedido a la institución. Tampoco maneja directamente la labor investigativa de Policía judicial ni acusatoria de la Fiscalía ni es juez para definir la libertad de presuntos delincuentes, por reincidentes que sean. Pero hace bien en exigir e interpretar el sentimiento de todos.
Coronado de valor inmediatamente viajó a Bogotá a reunirse con el ministro de Defensa, Diego Molano, quien se comprometió a presidir un consejo de seguridad en Valledupar del que ansiamos más que anuncios, resultados. Por su lado, el coronel debe abrirse a las críticas. El que cuestiona, sobre todos los medios, no es enemigo. Todo servidor público debe entender que está siendo observado y siempre se le exigirá. Hizo bien el coronel en llamar a trabajar de forma “mancomunada”. Ese es el camino, pero comprometiéndose públicamente, movilizando a sus fuerzas, apoyándose en la red ciudadana, en toda la comunidad.