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El nuevo parque de la Leyenda que anuncia la Alcaldía

Todas las religiones del mundo ven en sus templos el punto de encuentro y fortalecimiento de la hermandad. El templo del vallenato, la religión local, entendiéndolo como forma, estilo y hábito de vida, ha pasado a ser el parque de la Leyenda Vallenata y en particular su Coliseo. Es testigo de las hazañas de los últimos reyes del festival vallenato. Representa la internacionalización, el espectáculo, la incorporación escenográfica, el salto al ‘mundo del vallenato’.

Es como la nueva catedral; y decimos nueva porque para los vallenatos la plaza Alfonso López y la ahora renovada tarima Francisco El Hombre, es como la matriz, la génesis del vallenato y del pueblo vallenato.

No obstante, por la pandemia, los creyentes de los acordes provincianos no volvieron al parque y se ha desgastado su infraestructura. Afortunadamente,  fieles y devotos alzaron su voz y acertadamente han sido escuchados.

La administración municipal anunció que buscará regresar este espacio, rico en fauna y flora, a los ciudadanos. ¿Cuál es la apuesta? Desarrollar senderismos, paseos en familia, ferias empresariales, ferias artísticas y artesanales y ya estableció en el lugar las oficinas de la nueva Secretaría de Desarrollo, Turismo y Medio Ambiente.

A esas ideas se suman las interesantes propuestas de nuestro columnista Jacobo Solano, en la edición de este lunes. Construir una ciclorruta de conexión al exterior, recuperar el humedal; con audacia propone quitar el cerramiento y solo dejarlo parcialmente para hacer una galería muralista en homenaje a los juglares; mantenimiento al Coliseo, no uso de parqueadero, y realizar el Museo del río y de las etnias.

Por su tamaño y localización, el parque es un espacio ideal para desarrollar actividades al aire libre, ambientales y culturales  los 365 días del año. Y lo mejor, sin requerir multimillonarias inversiones para explotar económica y socialmente su potencial.

El principal usuario y doliente del Parque de la Leyenda y de su Coliseo ha sido la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, que realiza allí sus eventos centrales. La Alcaldía, después de la decisión del Consejo de Estado, que le devolvió la propiedad quitándosela a aquélla, se ha encargado de su administración. Actualmente la Fundación ejerce un último recurso jurídico ante la Corte Constitucional, mediante la selección de una tutela, lo cual es un elemento de incertidumbre. Lo más probable es que se mantenga la decisión del Consejo y eso no desmeritaría el esfuerzo que ha hecho el festival y su fundación de usarlo y explotarlo comercialmente de forma legítima; permitiría que por fin se hagan inversiones públicas en el parque de más de 20 hectáreas. Es la mejor alternativa -incluso para la Fundación- que el municipio continúe siendo el propietario-administrador, y se debería, para despejar dudas, con ocasión del requerimiento de Evelio Daza al municipio para que se encargue del Festival, reconocerse la experiencia que ha adelantado la Fundación en su realización. Es la clara postura que expusimos en editorial del 2 de mayo 2019: ‘El guayabo del Festival’.

Categories: Editorial
Redacción El Pilón: