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El nuevo empréstito por $150 mil millones para Valledupar

Este lunes 16 ‘el Proyecto’, por medio del cual se otorga autorización de un gran empréstito, fue aprobado en comisión de presupuesto del Concejo Municipal de Valledupar. Después de terminado el trámite y aprobado en plenaria el Acuerdo, las operaciones con el banco específico deberán volver a la autorización de la corporación.

Sobre esa pretensión del ejecutivo municipal había advertido el excandidato a la Alcaldía Ricardo Vives pidiendo más socialización. Observamos que, por norma de participación y transparencia, la previa y amplia socialización debe extenderse, más allá de la facultades del Concejo, al proceso de identificación y diseño de la obra respectiva, su contratación y su ejecución.

El Concejo Municipal deberá examinar la justificación de conveniencia y necesidad, legal y financiera del proyecto en curso. Parecen serios los argumentos legales y los indicadores financieros que muestran la viabilidad de la operación. Incluso se mencionó, entre otros, la comparación del nivel de endeudamiento per cápita bastante favorable al compararse con otras ciudades, como Barranquilla; que es posible atender su pago con recursos de libre disposición que quedan de la ejecución del presupuesto en el periodo 2024 -2027.

Ese endeudamiento podría ser de gran utilidad, porque los proyectos son de necesaria infraestructura vial, ubicados en los bordes urbanos de frenético desarrollo de la ciudad, en el sur y el occidente. Donde no es posible ampliar en el norte (la Glorieta Pedazo de Acordeón) por elementos naturales como el Cerro Hurtado y zona ambiental del Guatapurí, se plantea un intercambiador vial, con alternativas de puente o deprimido vehicular, un viejo sueño de cualquier alcalde la Valledupar – y de muchos vallenatos que desean inflamar su orgullo- que esta vez parece que sí lo logrará el alcalde Ernesto Orozco.

Buena parte de esa funcionalidad está dada por otras obras complementarias que se han anunciado – algunas con el dinero de la Gobernación – como los anillos viales: el occidental en actual construcción por el Departamento (que será conectada por la nueva doble calzada que partiría de La Popa, atravesando el sector de Don Alberto, obra dentro del Proyecto al Concejo) y el anillo o circunvalar suroriental, que incluye la proyectada Avenida Primera o Avenida del Río (que, según prevé el Proyecto municipal, deberá ser conectada a la avenida que se hará como prolongación de la actual salida desde el Aeropuerto a empalmar con la Cuarta).

Tampoco el mencionado intercambiador del Pedazo de Acordeón tendría sentido sin la urgente pavimentación del tramo de la Avenida Simón Bolívar que va desde esa glorieta, a intervenir, hasta la glorieta de Los Gallos.

Dos elementos a considerar. Primero. El alcalde no debe bajarle el acelerador a todo un programa de obras que ya tiene en curso, y la conclusión o puesta en funcionamiento de otras en riesgo de convertirse en ‘elefantes blancos’, según lo expusimos en el editorial del pasado viernes 13.

Segundo. Es imperioso generar empleos e ingresos en la ciudad y sus corregimientos. Aspecto clave también para mejorar la seguridad . No solo se debe pensar en obras civiles, lo que se llama “el cemento”, sino en gestionar proyectos productivos, de emprendimiento, iniciativas de empleo y riqueza. Por ejemplo, que hagan posible la promoción de la cultura y el turismo de nuestra región. Varias decenas de miles de millones de recursos ordinarios o incluso del crédito – aún quedaría un margen de $100.000 millones en el cuatrienio- serán necesarios para ese frente de desarrollo social.

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