Ha tomado fuerza la idea de crear un nuevo departamento, este tema cobra especial interés para el Cesar, dado que gran parte de su territorio sería sustraído, estamos hablando de todo el cono sur, compuesto por: Aguachica, Gamarra, la Gloria, Pelaya, Pailitas, San Martín y San Alberto.
La propuesta del nuevo ente territorial tiene diferentes aristas de justificación, pero es claro que históricamente la zona (que involucra el nuevo Departamento) se encuentra en el umbral de baja inclusión social y económica del país. En este caso, hay que diferenciar que los municipios del sur de Bolívar y del Magdalena evidencian indicadores sociales y económicos mas bajo que los municipios del cono sur del Cesar.
Este levantamiento refleja un grito social que los mandatarios departamentales no deberían minimizar. Si bien es cierto, se requieren de mejores condiciones presupuestales para aumentar la inversión social, esto tiene limitantes.
Por este motivo se debe realizar un esfuerzo de focalización de recursos con iniciativas asociativas de intervención.
Supongamos que el nuevo departamento no prospere, pero la sensación de abandono y poca inclusión de los habitantes de estos municipios seguirá latente, ¿entonces, qué hacer?
Una salida podría ser que los mandatarios del Cesar, Magdalena y Bolívar, exploraran la creación de una Región Administrativa de Planificación (RAP), figura que tiene sustento normativo en el Art. 306 de la Constitución Política y Ley 1454 de 2011, Art. 17; Art. 23 y Art, 30.
Las RAP son entidades conformadas por dos o más departamentos contiguos, con personería jurídica, autonomía financiera y patrimonio propio, con principios de gradualidad, flexibilidad y responsabilidad fiscal. Para este caso, la RAP es atractiva por cuanto: Permite focalizar y orientar el desarrollo regional, la inversión y la competitividad de una zona con baja inclusión y con alta importancia ambiental para el país. Convoca a la Nación para cofinanciar proyectos estratégicos de las RAP. Esto puede ser una oportunidad para que los planes de regionalización del presupuesto nacional se aterricen y focalicen de mejor manera en áreas de baja inclusión.
Adicionalmente, para el Cesar este tipo de levantamientos, sumado al mandato de realizar el plan departamental de ordenamiento territorial; genera el reto para que además de pensar solo en proyectos (como mantra de planificación), se trabaje de manera estratégica en un modelo de ocupación y desarrollo territorial. Ello debe hacerse para que en el corto plazo, la formula de proyectos sin capacidad vertebración territorial no se quede sin vigencia.