Cien días y más de una guerra cruel entre Rusia y Ucrania, y sin un futuro de solución; más de un siglo de una crisis violenta en un país tan bello como Colombia, en donde la corrupción cabalga sin control, la hegemonía perenne de cinco o seis familias que han manejado este país como si fuese su finca: López, Santos, Lleras, Uribe, Pastrana, Gaviria, y otros etc. etc.
Vivimos en un mundo donde un psicópata llega hasta las instalaciones de un colegio y mata 20 o 30 niños; el fenómeno humano que no entiende que el mundo en crisis necesita cuido y seguimos atentando contra la naturaleza y con los recursos sociales.
Nos peleamos entre hermanos por la polarización política que nos agobia, y no hablo en exclusividad de los políticos y candidatos locales, no. Hablo del mundo en términos generales. Lo que sucede es que para lo malo, somos alumnos aventajados.
A pesar de todo esto que merece atención especial, no es un decir, es atención especial en serio: algo perverso está pasando con la humanidad, y tenemos los cables cruzados, lo bueno es malo y lo malo muy bueno.
Nos dedicamos a ver a cuatro personajes de la televisión que nos hacen caer en la red de lo superfluo, de lo banal, de aquello que al final termina siendo más importante que estos casos, citados como análisis en el mundo.
Es más fuerte y nos pega y duele más la infidelidad de Piqué a Shakira que los niños inocentes asesinados en un lugar que debería ser sagrado, su escuela.
Más importante son los 70 años de reinado de la señora Isabel II, del Reino Unido, actual monarca británica, noticia de una semana completa en todos los canales de televisión y prensa mundial. ¿Esto es increíble o yo estoy desenfocado?
Es más sonado el supuesto romance de James y Kimberly Reyes que la muerte de un taxista de 23 años que se preparaba para su jornada diaria al rebusque del sustento para su humilde familia. ¿Quién protege ahora a sus pequeñitos y a la viuda?
¿Y los líderes amenazados o en el cementerio? ¿Quién dijo yo?
Esto está loco y desentonado de la limpieza mental y capacidad académica de la que se ufanan muchos; es decir, creemos solo en lo que nos interesa creer o en lo que desde mi óptica es lo único que vale y no salimos de lo rutinario; leemos los mismos periódicos y revistas y sesgamos nuestro intelecto; póngale el nombre que quiera a los medios.
Si el personaje es de izquierda solo cree lo que dicen los de la izquierda; si es de derecha solo cree lo que dicen los de derecha. Nos cuestan los cambios.
Y justo en este mundo loco, hombres armados matan a cincuenta fieles durante servicio religioso en Nigeria; las noticias de muertes y atentados entre hermanos no cesan.
El mundo sigue en guerra, Colombia sigue en guerra, disfrazada pero guerra al fin; y mientras tanto esto sigue patas pa ´arriba, esperando y creyendo en lo que dice Vicky Dávila, Semana, Coronel, Los Daniel, Caracol y RCN y los medios que gobiernan al mundo. ¿Hasta cuándo señor?
Mientras tanto, Piqué con la de veinte añitos y Shakira, cuarentona, se va a vivir sola en Miami. El pudor y la prudencia se acaban. Sólo eso.