Hace poco volvió a ser noticia nuestra famosa Barranquillera Shakira Isabel Mebarak Ripoll quien el pasado 2 de febrero estuvo de cumpleaños
y fue noticia por su participación en el cierre del Super Bowl LIV, fútbol americano. En el intermedio del partido la colombiana y Jenifer López, fueron la delicia de ese magno evento desarrollado en Miami. Pero además, también fue noticia porque exaltó de manera especial a una joven, también barranquillera como ella, que le sirvió de profesora para enseñarle a desarrollar pases de champeta.
Muy bien, todo esto fue noticia y se asume como tal, como algo notorio y es un acto de aplaudir, son nuestros coterráneos sacando la cara por todos, y minimizando la mala imagen de violencia, de narcotráfico y corrupción que vivimos. Lastre que cargamos hace muchos años. Pero algo más importante que deseo resaltar; a propósito de Shakira, es una interesante postura ideológica que tuvo nuestra estrella en una rueda de prensa desarrollada en Barranquilla sobre la situación económica y social que se vive en Colombia, esto no dista de una realidad meridiana que todos conocemos, pero que por ser Shakira quizás tenga una sintonía especial.
Esto no es nuevo, pero mantiene una vigencia especial en nuestros dias. Abro comillas y entramos a dilucidar lo manifestado por la artista. “A través de nuestro trabajo de la Fundación Pies Descalzos hemos visto que cuando se construye una escuela de puertas abiertas en una comunidad de bajos recursos, todo mejora, todo se transforma: se pavimentan las vías, se lleva luz eléctrica, agua; se elimina la malnutrición aguda y crónica de nuestros niños, se crean nuevos empleos a través de los programas vocacionales; se estimula e incentiva el deporte. Es decir, se abre una escuela y cambia el mundo para los niños que viven en la comunidad”
Esto nos habla bien de la cantante en su análisis puntual de la Colombia que todos conocemos y que a veces nos hacemos los locos para no entenderlo.
“La consecuencia de lo que vivimos hoy, la gran inequidad que existe no solamente en Colombia sino en Latinoamérica, es el producto de gobiernos ineptos, de corrupción; el ser humano ya de por sí tiene que lidiar con catástrofes naturales y aparte de eso, también tiene que hacerlo con la corrupción de nuestros gobiernos. Tenemos que ayudarnos unos a otros, es la única manera de sobrevivir ante lo que nos ha tocado históricamente; pero podemos cambiar el destino, el curso de las cosas, podemos cambiar nuestro destino social. Insisto, a través de la educación.
El compromiso con la educación no es solamente del gobierno, aunque es su deber garantizar que cada niño pueda acceder a la educación. También juega un papel importante el sector privado, las empresas que ya de por sí toman bastante de la sociedad; hay que devolverle a la sociedad algo. También tiene que ser un compromiso de nosotros: de los padres y madres; de la familia, de los ciudadanos, un compromiso de todos con los niños para que puedan realmente salir adelante. Aquí en el Bosque, todos sabemos que hay una cárcel, un centro penitenciario y sabemos que la única manera de evitar la delincuencia juvenil, de lograr que estos niños salgan adelante como seres de bien, es a través de la educación y para esto la comunidad tiene que hacer un esfuerzo grande. Tenemos que creer, es preciso creer, por ejemplo aquí entre los niños que viven en el Bosque, puede haber ingenieros, doctores, maestros; pueden haber cantantes y futbolistas ¿y saben qué? Eso solo lo vamos a lograr si creemos. Podemos lograrlo, podemos hacerlo, no hay límites para nosotros” La cantante clama al gobierno nacional que aumente su presupuesto para la educación, imposible reducir el presupuesto educativo para hacer hombres de bien. No es posible ir en contra vía del progreso; tenemos que forjar gente de bien teniendo acceso a la educación de calidad, a la tecnología, y se puedan lograr profesionales que generen empleo.
Al final Shakira cierra diciendo que se trata de lograr jóvenes que generen ideas. El mundo necesita ideas de todos estos jóvenes para sobrevivir ante los desafíos que nos vienen. Más presupuesto para la educación, menos plata para la guerra. Cómo dijera Carlos Vives en la batalla de flores en el carnaval de Barranquilla, “Más flores, menos balas”. Es lo que añoramos los colombianos. Sólo Eso.