Mientras en otros departamentos ven celebrar a sus equipos femeninos, en el Cesar la falta de apoyo, según los dirigentes deportivos, ha truncado los sueños de muchas futbolistas que han tenido que dejar sus familias por ir en busca de sus sueños de ser jugadoras profesionales.
Una de las principales razones que obligan a las futbolistas a buscar un mejor destino es el factor económico. En los últimos años la Liga de Fútbol del Cesar ha tenido grandes dificultades en materia monetaria, lo que le ha impedido extenderles la mano a los dirigentes de los clubes de fútbol femenino.
En el año 2017, la Liga de Fútbol del Cesar recibió una cifra de 30 millones de pesos para gestionar los menesteres que implicaba movilizar a las selecciones Cesar en los diferentes torneos donde jugaron. Este mismo año fueron tres categorías de las selecciones Cesar las que viajaron a disputar torneos nacionales con los recursos que le fueron entregados al presidente de la Liga de Fútbol, capital que posteriormente se acabaría dejando muchas cosas que estaban planificadas sin cumplir.
Ya en el año 2018 la cifra fue de 50 millones pesos, la cual no alcanzó para cubrir los gastos de las actividades que tenía programada la Liga de fútbol del Cesar, manifestó el presidente de la liga, Niwver Daza.
Daza contó sin pena alguna que “la liga no cuenta con los recursos suficientes”, mientras tanto los equipos femeninos siguen trabajando con lo que tienen a la mano. Muchos clubes no cuentan con la posibilidad de practicar en una cancha sintética, por lo que algún solar o una cancha de tierra es para muchas futbolistas el único escenario en el cual pueden formarse como jugadoras, mientras les llega la oportunidad de pasar a una situación mejor en lo futbolístico.
Por citar uno de tantos ejemplos, el equipo Unión Valledupar, es el club que participó en campeonato Pony Fútbol en la ciudad de Medellín, pero de las 18 jugadores inscritas solo 12 pudieron viajar a la capital antioqueña y los resultados no fueron muy buenos. En tres partidos disputados, el equipo vallenato ganó uno y cayó en los dos siguientes. Adicional a eso tuvo que hacer rotación de posiciones por la carencia de jugadoras, lo que debilitó a las futbolistas quienes se midieron a selecciones como Valle, Magdalena y Córdoba.
En total, en lo que va corrido de la administración de Niwver Daza como presidente de la Liga de Fútbol del Cesar, los convenios que se han firmado para el apoyo a los equipos no superan los cien millones de pesos. Sin embargo, para este año la Liga de Fútbol del Cesar tiene proyectado enviar a tres selecciones a competencias nacionales, entre esas a la selección juvenil en la rama femenina.
El año anterior, la liga realizó cuatro llamados a diferentes directores de clubes de Valledupar para realizar torneos de fútbol, sin embargo, según información suministrada desde el ente organizador, la cantidad de clubes inscritos no llegó a lo que se esperaba.
Los trámites reglamentarios para que los clubes informales obtengan el reconocimiento ante la Liga de Fútbol del Cesar cada día se ha vuelto más complejo, sobre todo para los entrenadores que apenas empiezan. Son pocos los equipos que tienen el reconocimiento por parte de la Liga de Fútbol del Cesar, entre ellos están: Club Loperena, Dragones del Cinco, Internacional, Real Sociedad y el Club Nueva Generación, entre otros. En el caso del Club Loperena es un equipo que se ha consolidado y cuenta con amplio palmarés, además de una rica historia en cuanto a participaciones en torneos nacionales representando a Valledupar y al Cesar.
A todo esto, Niwver Daza dejó en claro que “sin clubes afiliados no se podrán realizar torneos”.
En Valledupar se sigue jugando fútbol de forma extraoficial, lo que no ha permitido tener un control y saber con cuántos equipos femeninos cuenta actualmente la ciudad, cosa que para la liga ha sido muy complicada, y mientras ellos piden la legalización de los clubes muchos entrenadores se quejan porque las exigencias para obtener el reconocimiento deportivo son muy altas.
Ante esta situación, tanto la Liga de Fútbol del Cesar como los entrenadores de fútbol deberán buscar una solución para que se puedan realizar campeonatos de forma oficial.
Mientras esto sucede serán muchas las jugadoras que buscarán un mejor futuro en otras ciudades para no quedarse con sus sueños frustrados: EL PILÓN ha registrado este fenómeno como “fuga de deportistas”.
Si miramos la historia de las pocas jugadoras cesarenses que han triunfado en el fútbol profesional quedaría nuevamente al descubierto la carencia de recursos y oportunidad que el fútbol femenino tiene en Valledupar y sobre todo en el Cesar.
Una de las grandes embajadoras del fútbol femenino cesarense ha sido Yulieth Domínguez, futbolista que tuvo la oportunidad de integrar una de las mejores generaciones de la Selección Colombia, cuyo apodo era ‘Las chicas súper poderosas’. Sin embargo, esta futbolista no tuvo un camino fácil y tuvo que emprender muchas aventuras para obtener el reconocimiento que hoy en día la convierte en una de las máximas referentes del fútbol femenino en el Cesar y Colombia.
Quien también llenó de orgullo a los cesarenses fue Gisella ‘La pibe’ Arrieta, jugadora que en Grecia se ganó el respeto como jugadora profesional, así mismo en el fútbol de Estados Unidos. Su gran capacidad de juego hizo que esta jugadora recibiera el apelativo de ‘La pibe vallenata’, apodo que se ganó gracias a su inteligencia a la hora de jugar.
El caso más actual es el de la futbolista Maireth Pérez, quien con tan solo 17 años ya ha sido goleadora de un torneo sudamericano y ha ganado títulos importantes con la Selección Colombia juvenil. Pérez inició su carrera profesional en Medellín y hoy en día es una futbolista consagrada a pesar de su juventud.
El fútbol femenino en Colombia ha tenido un crecimiento acelerado en los últimos años. Las mujeres ahora engalanan los estadios del país no solo en las graderías, sino también en el terreno de juego donde demuestran todo su talento.
“Los equipos deben legalizarse para hacer buenos torneos”: Niwver Daza.
La prueba fehaciente de los logros que empieza a obtener el fútbol femenino colombiano es la obtención de la Copa Libertadores por parte del Atlético Huila.
Pero mientras en algunas ciudades y departamentos todo es color de rosa en cuanto a fútbol femenino, en el departamento del Cesar la situación muestra un panorama incierto por la falta de apoyos, lo que ha generado que los mejores prospectos tengan que brindar alegrías a hinchadas de otras latitudes de la nación.
“Soy consciente que la Liga necesita un torneo competitivo”: Niwver Daza, presidente de la Liga de Fútbol del Cesar.