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El milagro que aún espera Santo Ecce Homo

El mirador de Santo Ecce Homo, ubicado en el cerro de las Antenas, en el norte de Valledupar. EL PILÓN / Daniel Ramírez.

*María Auxiliadora Chaparro, de 40 años, se despierta con el cantar de los gallos, se alista, se persigna y con la puesta de sol comienza, cada domingo, un largo y ansioso recorrido con destino al punto más alto de Valledupar.

Camino que transita a pie, junto con otras señoras de su edad, quienes le hacen compañía en los más de dos kilómetros de distancia de la vía que de la urbe de esta ciudad comunica con el llamado ‘Cerro de las Antenas’.

En su trote, que de por sí es pasivo y reanimado por sus amigas de viaje, solo lleva en su mente una sola cosa: ver frente a frente al santo de su devoción… Santo Ecce Homo, sin embargo para lograr al menos verlo a escasos 10 metros de distancia, debe pasar por una que otra situación dificultosa.

La vía, que un día fue construida por algunos deportistas que acostumbran practicar sus disciplinas en esta zona montañosa, está llena de escombros y basuras desde el inicio hasta el fin. A esto se le suman los altibajos de la tierra, producto de la naturaleza y algunos árboles en mal estado que podrían lesionar a los transeúntes.

A parte de ello, la presencia de personas consumidoras de sustancias alucinógenas que han tomado este camino como una opción para aislarse del mundo y vivir el propio.

Una hora de viaje, cuando el recorrido ya supera el 50% de la meta, su cuerpo suda incontrolablemente, le pide hidratación, (así mismo le sucede a sus compañeras) mira su termo y sólo cuatro dedos de altura del recipiente son ocupados por el agua.

En esos momentos piensa y dice: “sería bueno que colocaran un lugar para vender refrescos que le permitan a las personas seguir el camino con ánimo”. Idea, que al igual que ella, otros de los tantos que hacen esa misma actividad casi que a diario desearían que se hiciese realidad.

El paso ahora es más lento, los rayos del sol comienzan a sentirse con mayor intensidad en la piel, pero esto no es motivo para desfallecer. Mirar hacia atrás y ver a otros feligreses hacer lo mismo, la motiva para lograr lo que al inicio se propuso.

A poca distancia de su objetivo lo ve, sus ojos se alegran, la fuerte brisa la seduce, estaba allá en lo más alto, con una torre detrás de él que lo sostiene para que mire a su Valledupar, una panorámica que María Auxiliadora ha querido compartir por meses, pero que los constructores del majestuoso santo no se lo permiten, la obra está paralizada y mientras tanto nadie podrá acercarse a ella.

Y aunque esa sea la orden, esta mujer se conforma con pedirle los milagros desde una larga distancia, con fe que se lo cumplirá, por eso, aunque su objetivo no haya sido positivo, baja de nuevo animada para volverlo a intentar un próximo domingo.

Un milagro que no se ha cumplido

Un año más transcurre y hoy el Santo Ecce Homo, Patrono de Valledupar, es exaltado. Una tradición que se cumple cada Lunes Santo, donde es sacada la imagen por toda la ciudad, acompañada de miles de feligreses de toda la región y devotos de otras partes del país que llegan a venerarlo y agradecerles por los milagros hechos en sus vidas.

Hoy el pueblo se reencuentra con su ‘Patrono’, lo adula, le ruega mejoras en salud y milagros, o, simplemente, celebra la ocasión con fe. Se reúne en la Plaza Alfonso López, donde el color blanco de las prendas de vestir hacen que se sienta una paz interior que es ratificada con los cánticos y el sermón de Monseñor Óscar José Vélez Isaza, quien preside la misa mayor.

No obstante, ese mar de personas parece insuficiente para que las autoridades aprueben una obra de gran importancia para la comunidad religiosa, que hoy anhelaría realizar una peregrinación hasta el mirador de su santo, llevando hasta allá tan reconocida tradición.

Sin embargo, aquella acción divina que espera el ‘Patrono’ no se ha hecho realidad. La construcción de una mega-imagen al norte de la capital del Cesar, lleva más de dos años y la entidad encargada de la edificación aún no se pronuncia al respecto.

El viacrucis del mirador de Santo Ecce Homo

En un total viacrucis se convirtió la construcción del mirador de Santo Ecce Homo, que fue anunciada en el año 2007 mediante el mandato de Ciro Pupo Castro. Lugar que sería el sitio turístico más atractivo de la ciudad para que disfrutaran propios y turistas, tal como lo disfrutan personas en Cali con el Cristo Rey.

Sin embargo, en su momento, el entonces director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Virgilio Calderón, determinó suspender la obra por un concepto técnico emitido por la entidad ambiental debido a que el llamado ‘Cerro de las Antenas’ es una zona de reserva forestal.

En junio de 2013, se reanudó la construcción de la escultura del ‘Patrono’, que mide alrededor de 35 metros de altura y fue diseñada por Héctor Lambona. Hecho, que, al parecer, se realizó sin permiso alguno por parte de Corpocesar, quien días después manifestó que desconocían alguna notificación del Ministerio de Medio Ambiente para levantar la sentencia que paralizó la obra.

Y aunque EL PILÓN también se comunicó con el exsecretario de Planeación Municipal, Aníbal Quiroz Monsalvo, quien manifestó que no tenía conocimiento del porqué de la reanudación de la edificación, nadie supo las razones de la misma.

Este medio conoció que, aparentemente, la visita de una delegada de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, quien llegó para revisar la estructura, permitió la reactivación del proyecto gestionado a través del sistema leasing con el Banco de Occidente, por un valor de 9.500 millones de pesos, que incluye el Parque Lineal de Hurtado.

Y aunque el Ministerio de Medio Ambiente no ha dado el permiso de la sustracción de la zona de reserva forestal, el proyecto se retomó, pero tiempo después se volvió a paralizar y hoy en lugar de obreros solo hay perros guardianes y tres vigilante que impiden el acceso al sitio.

En la actualidad la construcción del mirador tiene una ejecución de más del 70%.

 ¿Se está perdiendo un atractivo turístico?

Alfonso Cárdenas Ustáriz, quien se dedica al ciclomontañismo desde hace varios años y que practica su disciplina deportiva en el ‘Cerro de las Antenas’, aseguró a EL PILÓN que el municipio está dejando de percibir grandes beneficios económicos y turísticos por la no terminación del mirador de Santo Ecce Homo, además de reforzar la tradición del pueblo.

“Es hora que se le mire, que el cerro tenga un cambio, que si ya comenzaron a construirlo que lo terminen, este es un lugar que beneficia a todos, tanto a deportistas, personas que se ejercitan y turistas”, mencionó.

Agregó, “este sitio sirve para que la gente se distraiga, para que se desarrollen competencias deportivas como el Cross Country. Este sería una especie de capilla como lo hay en grandes ciudades. Valledupar es hora que se desarrolle y adquiera esa parte espiritual, y que las vías sean alumbradas porque desde tempranas horas hay jóvenes, más que todos, que vienen en ciclas o a pie a hacer deportes”.

Por Merlin Duarte García/El Pilón

merlin.duarte@elpilon.com.co

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