Al momento de escribir esta nota pienso en lo significativo que es tener amigos, de esos que te llenan el corazón de alegría, que te hacen sentir la esencia de un verdadero sentimiento de amistad.
Jesucristo nos dio el ejemplo supremo de amor cuando declaró: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”: Juan 15:13. A partir de allí, él observó nuestros pecados y al final dio su vida por nosotros.
Hoy quiero exaltar la amistad de una gran mujer, excelente dama; de carácter pero sublime en su sentir y un ejemplo para muchos de nosotros. Eso la hace única.
Ha sido incondicional en su trato, y hemos gozado de su benevolencia, después de muchos años de haber compartido laboralmente bajo su dirección y como está escrito: “Amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios”; ella, sigue dándonos de su cariño y brindándonos una amistad sincera, fiel al mandato del supremo.
Fanny Dangond de Méndez, es valiosa su amistad; y justamente en esta época maravillosa, queremos exaltar esos valores. Gracias por ese cariño, por su don de gente, por lo extraordinaria y de gran valía, por ser esa mujer excepcional.
No es menester exaltar todas sus cualidades, creo que con decir que es una buena amiga y el mejor regalo de navidad que en esta época podemos recibir, no es suficiente pero sí válido para nuestro corazón.
El pasado domingo, en su apartamento, compartimos unas deliciosas viandas, que ella en compañía de Samira Plata, preparó y nos brindó.
Y fui feliz, al lado de mujeres igual de valiosas y extraordinarias que ella, la señora Fanny Dangond, allí estuvieron: Nubia Maribel Cuello, Luvy Vergara, Edith Plata, Somaya Castro Pacheco, María Elena de La Hoz, Emperatriz, Yamile Vidual, Cilia Manjarrez.
Conocí a Sandra Lara y Katherine; también nos acompañó una gran mujer, María de Los Ángeles Escalante. No bajan una línea.
“Siempre voy a sentirme orgullosa de mis compañeros, de esas personas que crecieron conmigo profesionalmente, de cada una de ellas aprendí; ya no somos compañeros de trabajo ahora somos una familia, un ramillete de amigos que jamás se apartarán de mi corazón… imposible de olvidar.
Fue una tarde hermosa y un feliz reencuentro, amigos por siempre” fueron las palabras de Nubia Cuello y que desde luego comparto de manera especial.
Y recuerdo esa canción que nos llena de emoción y peligran, al escucharla, una que otra lágrima; al sentir la verdadera amistad como la esencia misma de un sentimiento profundo, diáfano y transparente como el agua del río Guatapurí, que se desliza desde la sierra nevada y nos acompaña en amaneceres de ensoñación: ‘¿Amigo, qué quiere decir amigo?’.
Hasta donde he comprendido significa el sentimiento de amistad sin interés.
Amigo es aquel que te sirve cuando lo necesitas y no cobra interés; amigo es aquel que te observa que estás en un abismo y no te deja caer”.
Eso son ustedes, apreciadas amigas, mi regalo de navidad en esta bella época. Gracias por existir. Sólo Eso.