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El mango vallenato

Valledupar es la ciudad con más calificaciones: la ciudad de los Santos Reyes, la capital mundial del vallenato, ciudad verde y limpia, la capital del mango, son entre otras las menciones. Sin duda somos el epicentro del folclor vallenato y nos caracterizamos por tener una ciudad verde, aun cuando los árboles pasen de enfermedad en enfermedad.

Todas son fortalezas que poco son aprovechadas. Los árboles de mango que crecen silvestres en la ciudad enriquecen los bolsillos de foráneos que si aprovechan el gran potencial que tiene esta fruta. Se estima que sin hacer mayor esfuerzo, una cosecha de mango al año produce más de cinco mil toneladas del producto, cuyo gran porcentaje sale en camiones a otras ciudades.

La propuesta que hace el consultor en financiamiento agroindustrial y columnista de esta casa editorial, Indalecio Dangond, para aprovechar las bondades de la tierra vallenata y su producción de mango es para tener en cuenta. Organizar cooperativas de trabajo para la recolección, comercialización y pensando en grande, para que se encargan despulpar los mangos y venderlos a las empresas de jugos en Barranquilla o Bucaramanga.

Ya los gobiernos de turno están de salida, pero es una propuesta para que los próximos candidatos a la Alcaldía de Valledupar la incluyan en sus agendas para analizarlas con lápiz y papel. Si es un negocio rentable para otros, por qué no para los vallenatos. Ahora es cuando se necesitan oportunidades de trabajo y la empresa del mango puede generar empleos a los mototaxistas que hoy ven su futuro incierto debido a la aplicación del Decreto que quiere darle un nuevo aire al transporte urbano de la ciudad. Es mejor trabajar con el mango que montado en una moto donde acumulan puntos para ser portadores de diferentes enfermedades en unos años por la exposición al sol.

Son más de setenta mil árboles de mango los que hay sembrados en Valledupar. En los bulevares, en las puertas y en los patios de las casas. La mayor parte de la cosecha la recogen muchachos que no tienen la preparación para hacer esta tarea, lo hacen sin ningún método, y aun así los mayoristas vienen a Valledupar a buscar el producto. Algo tiene el mango vallenato que lo apetecen afuera.

La despulpadora de mango debe ser una apuesta que impulsen y promuevan los gremios, los líderes económicos y los gobernantes. Aquí es donde se necesitan las políticas públicas claras para apalancar la economía local.

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