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El lío de las becas

El gobernador Luis Alberto Monsalvo esperó para último momento el trámite del proyecto de ordenanza ante la Asamblea del Cesar  con el cual se modificará la modalidad de las becas del Fondo Educativo Departamental para la Educación Superior,Fedescesar. 

En sesiones extraordinarias los diputados, con el ojo avizor de los estudiantes de las universidades públicas que se benefician con estas becas, tienen la responsabilidad de analizar y debatir los 11 artículos del proyecto de ordenanza que pretende modificar la Ordenanza 005 del 28 de abril del año 2008.

Una polémica que inició desde febrero de este año, pudo fácilmente solucionarse durante las sesiones ordinarias de la Asamblea y no en las sesiones extraordinarias, en las que generalmente aprueban los proyectos a pupitrazo limpio. Sin embargo, esta es una realidad y ya se dio ayer el primer debate del proyecto, que ha tenido posiciones muy interesantes de algunos diputados y otras no tan acertadas de otros.

Lo que en realidad importa es la esencia del proyecto de acuerdo con el cual se busca cambiar la modalidad de las becas que desde hace cuatro años le otorgaban a los estudiantes de estratos socioeconómicos vulnerables con recursos de regalías, que sumaron en ese lapso de tiempo más de $26 mil millones.

Lo que propone el gobierno departamental ahora es convertirlas en una financiación condonable, que permita continuar con los estudios de educación superior a los estudiantes pertenecientes a los niveles del Sisbén 1, 2 y 3, población vulnerable, víctimas del conflicto armado interno de escasos recursos económicos.

A los estudiantes no les suena que las ‘becas’ sean condenables y han sentado su posición al respecto, al asegurar que están disfrazando el apoyo que venían recibiendo, al convertir a Fedescesar en otro Icetex. Sin embargo, la medida asegura la calidad de los profesionales que egresen de las universidades, pues así se obligan a cumplir un promedio, que les permitirá ser beneficiarios de una beca real.

Lo que no pasaría si abandonan el semestre u obtienen un promedio inferior al exigido. El tema del Sisbén también es oportuno porque de esta manera se estarían beneficiando los estudiantes realmente pobres, los que no pueden pagar un semestre, y no se colarían estudiantes que por el contrario tienen medios económicos para acceder a la educación superior.

Los diputados en su sabio entender aprobarán o no este proyecto de ordenanza. Lo único que queda en el tintero es que no se sabe qué hará el gobernador Monsalvo para reponer los recursos del primer semestre del 2013, que ya fue causado por las universidades, pues matricularon a los estudiantes esperando que la administración departamental les girara los recursos, cosa que no ha pasado aún.

Y se teme que estos recursos queden en el limbo, puesto que en el Artículo 10 del proyecto no queda claro lo que pasaría con los dineros del primer semestre, debido a que en dicho Artículo se define que debe existir un pagaré para proteger cada valor de matrícula, el cual no pidieron las universidades a los estudiantes puesto que aún no estaban las cosas claras. Sólo para el caso de la Universidad Popular del Cesar, que es la que más recibe, son $3.800 millones los que le debe la Gobernación del semestre pasado. 

Recordemos que el Gobernador fue el primero en hablar del pagaré en febrero y después guardó silencio por la reacción de los estudiantes en ese momento.

Ojalá ahora no esgrima esta justificación, en caso de que le aprueben la Ordenanza, y decida no girar los recursos que afectarían las precarias finanzas de las universidades públicas beneficiarias.

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