A EL PILÓN llegó el hombre que arrancó risas y aplausos, objeto de burlas y rechazos por parte del público que presenció su particular presentación en el concurso de acordeoneros profesionales del Festival de la Leyenda Vallenata.
Para algunos fue un irrespeto tajante al folclor, pero para otros fue la nota diferente de humor en el marco de la fiesta de acordeones. Juan Manuel Cruzado rompió el protocolo conservador en la tarima de la Plaza del barrio Primero de Mayo.
Rompió los esquemas interpretativos para caer en el filo de las críticas, sin embargo, su personalidad no lo traicionó y su particular forma de cantar y tocar se salió de los parámetros musicales para agradar o desacreditar lo que algunos llamaron en las redes sociales “un atentando contra el vallenato y al mismo concurso”.
Con su pelo largo y mono, amparado en un sombrero vueltiao, el sabanero fue eliminado en primera ronda, pero su presentación se volvió viral. Tuvo un puntaje perfecto en la ejecución del paseo y merengue.
De todos modos el acordeonero de Corozal, Sucre, con pasado musical en Estados Unidos, está en boca de los cibernautas quienes jalonaron comentarios en contra y a favor del singular y peculiar concursante.
En las redes sociales circula un video de la presentación de un acordeonero en la reciente edición del Festival de la Leyenda Vallenata, en el que interpretó el son Alicia Adorada (Juancho Polo Valencia) en la que Juan Manuel Cruzado cantó y él mismo hizo los coros de una forma que, para los expertos, se salió de todos los estándares musicales y de las propias normas del concurso.
“Toqué con mi acordeón que tiene un tono muy alto. Y Alicia Adorada requiere de un acordeón más bajo y ese día no me la prestaron porque yo tengo una nota muy fuerte. Me eché la bendición, me persigné y tomé aire para hacer yo mismo los coros, esa es una técnica que musicalmente se llama falsete, eso no más lo hacía Alfredo Gutiérrez y Diomedes Díaz, un hombre que nos enseñó más que un profesor de universidad”, reconoció en una entrevista en el Canal 12.
Su estilo
Con su estilo, quiere ser un grande dentro del género vallenato. “Yo quiero y sé que puedo llegar a ser un cantante para ustedes. Mi sueño es ser el acordeonero del hijo de poncho, Héctor Zuleta. También me gustaría con Kvrass, ¿ustedes se imaginan Kvrass y el ‘León’? Eso sería una vaina brava (risas), aseguró.
Entre los cibernautas, es común darle un like a sus publicaciones. El famose baile (Moon Walk) de Michael Jackson acompañados del toque de su acordeón en un aparente momento de esparcimiento.
“Yo soy cantante, acordeonero, compositor, verseador, coreógrafo y bilingüe, soy un hombre de Jesús, amo el folclor y lo entiendo y por eso trato de conservar sus raíces, quiero traducirlo a otros idiomas, porque el vallenato no es solamente beber, gozar y bailar, hay letras que invitan a enamorarse y perdonar”, dijo.
En su natal Corozal, Sucre, fue testigo de la violencia impuesta por los grupos armados; vivió en carne propia las acciones sangrientas en donde cada día amanecía un muerto en su pueblo y zonas cercanas. “Yo me fui para Estados Unidos en donde trabajé como auxiliar de ambulancias a domicilios y en un restaurante de Miami, pero los fines de semana me dedicaba a la música, a los gringos les gusta la secuencia del sonido del acordeón”, reveló.
Qué diría Juancho Polo si hubiera visto su presentación en la que El León de Corozal le rindió tributo a Alicia Adorada. “Hubiera dicho lo mismo, no se hubiera sentido solo así como se sintió cuando escuchaban sus canciones en su momento. Lo menos que quiere un artista es que hablen mal de él. En los aires de paseo y merengue tuve el puntaje perfecto, incluso recibí felicitaciones de dos jurados” dijo.
Habla sin temor, con un acento que delata sus raíces sabaneras. Golpea sin discreción cuando se refiere a su original forma de hacer música. “No estoy atropellando al folclor, hago un folclor bien hecho, el próximo año volveré y si puedo hacer otro falsete lo hago sin ningún temor”, concluyó Juan Manuel Cruzado.
Su nombre artístico rinde tributo al rey de la selva o al león de Judá que está impregnado en las sagradas escrituras. Inició su carrera musical a los nueve años tocando piano y guitarra, pero luego lo enamoró el instrumento llegado de Alemania.
Un león del acordeón
Este hombre relata que en el proceso de aprendizaje musical le llegó una propuesta para irse a Estados Unidos de parte de un hijo del cantante Lisandro Meza, Juan José, con quien compartió unos años en ese país.
Tras su trajinar en Estados Unidos, en 2012 se presentó por primera vez en el Festival Vallenato en categoría Profesional, pero por inconvenientes no logró presentarse al desempate para poder ingresar a los 25 semifinalistas.
NIBALDO BUSTAMANTE / EL PILÓN