De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad. En este sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y del funcionamiento eficaz de la comunidad”.
Un concepto que también comparte el Ministerio de Salud y las secretaría del orden departamental y municipal. Saben de sobra que la salud mental es parte integral de la salud; tanto es así que no hay salud sin salud mental, que la salud mental es algo más que la ausencia de trastornos mentales, que es determinada por factores socioeconómicos, biológicos y medioambientales.
Sin embargo, las cifras de enfermedades mentales aumenta y mientras los sectores políticos, económicos, sociales y culturales debaten temas importantes como la seguridad, la movilidad y el transporte, muchos ciudadanos deben acudir al especialista en busca de una solución a sus problemas mentales, y en el peor de los casos, deciden acabar con sus vidas.
Es la clara situación de Valledupar, donde en los primeros 90 días del año siete personas se han auto eliminado por no encontrar salidas a sus problemas. De estos casos, cuatro son mujeres con cuadros estrictamente sociales, más no biológicos.
Ese es el análisis que deben hacer las autoridades para tomar decisiones que ayuden a mejorar la salud mental de los vallenatos. La ciudad en los últimos tres años ha estado por encima de la media nacional de suicidios. Algo está pasando diferente en la ciudad. ¿Qué historia hay de cada caso? Sería un ingrediente que ayudaría a analizar la situación que hoy tiene consternada la comunidad al conocer el nuevo caso ocurrido el domingo en las inmediaciones de la plaza Alfonso López.
De todas maneras, no hay que inventar la rueda otra vez. La OMS tiene documentado que la promoción de la salud mental consiste en acciones que creen entornos y condiciones de vida que propicien la salud mental y permitan a las personas adoptar y mantener modos de vida saludables. “El clima de respeto y protección de los derechos civiles, políticos, socioeconómicos y culturales básicos es fundamental para la promoción de la salud mental. Sin la seguridad y la libertad que proporcionan estos derechos resulta muy difícil mantener un buen nivel de salud mental”, afirma la Organización. Más claro no puede ser.