…Por supuesto, el irrespeto de todo tipo, hacia toda persona, por cualquier medio, es inaceptable, y más en las épocas en las que la altura de los debates debe primar.
Nos referimos a los más recientes ataques hacia los pensamientos, comentarios, ejercicio profesional y también el cultural de mujeres locales, regionales y nacionales, que se han realizado a través de redes sociales como Twitter, Instagram y Facebook.
Puntualmente, en días pasados la exaspirante a la Alcaldía de Valledupar, Lina de Armas, decidió suspender su carrera hacia el palacio municipal y así lo comunicó en sus redes sociales en las que agradeció el gesto de sus seguidores. Por supuesto, este tipo de contiendas electorales desatan pasiones, pero los ataques para esta líder política han sido tan irrespetuosos en las redes sociales al punto de penetrar en su intimidad familiar. Valga decirlo, muchas de estas cuentas son perfiles falsos, un tema del que debemos continuar hablando. La temporada apenas inicia.
Un segundo caso, de orden nacional, se presenta con la reconocida periodista Vicky Dávila, a quien en hashtag de Twitter han señalado de delincuente y hasta paramilitar. Sus posiciones y trabajo profesional, con referencia a los temas relacionados con el senador Gustavo Petro, la han puesto en un predicamento de marca mayor, aunque no es la primera vez. La periodista ha solicitado intervención de las autoridades por los señalamientos que claramente ponen en riesgo su integridad y la de sus familiares.
Un último caso lo representan las vocalistas revelación de la música vallenata Ana Del Castillo y Karen Lizarazo. Lo que es una noticia positiva, de gran relevancia en sus carreras, ha generado comentarios de felicitación por su abrazo en una tarima en Bogotá, pero también mensajes de redes sociales de carácter hiriente, despectivo, irrespetuoso con ambas. Se tocan temas de condición sexual y calidad profesional.
La pregunta es: ¿Todo se vale a la hora de opinar en redes? Hay una distancia física enorme entre quienes publican y los blancos de sus publicaciones, tal vez de allí radica la capacidad de arrastrar con los buenos nombres estas personalidades, aunque en principio de cuentas todo obedece a serios problemas de conducta social.
De esto se ha hablado demasiado, pero no debe haber cansancio. No todo vale en redes sociales, no se puede pisotear la dignidad humana, sexual, profesional de aquellos que no gozan de nuestro afecto. ¿Cómo se podría hacer un cambio en ese sentido? No hay ‘pedagogía digital’ que merme el problema, solo un hashtag vence a otro, por lo menos hasta ahora, y si alguien tiene ideas de cómo derribar esas malas prácticas, de la mejor manera posible, avísenos, queremos contribuir, pues la cosa va de mal en peor.
Colofón: ayer se conmemoró el Día del Periodista y Comunicador, gracias a la Ley 918 de 2006, esto en homenaje a la primera publicación de la Declaración de los Derechos del Hombre, realizada el 4 de agosto de 1794 por Antonio Nariño, precursor de la Independencia. A nuestros periodistas y a los comunicadores del Cesar y La Guajira, EL PILÓN les envía un fraterno abrazo y una respetuosa felicitación. Este oficio es 24/7 comprometido con la verdad y el bienestar ciudadano. En nuestros 25 años lo ratificamos y continuaremos por el bien de la región.