Por: Indalecio Dangond
Llegó diciembre y lo que habíamos pronosticado algunos analistas y dirigentes gremiales a mediados de año, se cumplió. La locomotora agropecuaria no arrancó por el improvisado e ineficiente manejo que el Gobierno Nacional le ha dado a este sector, a pesar de haberle inyectado un presupuesto de inversión de 1.8 billones de pesos, el más grande de su historia.
La explicación es muy simple. El presidente Santos escogió un equipo de teóricos que no tenían las capacidades o competencias necesarias para resolver de manera eficiente los problemas de competitividad que viene atravezando el campo colombiano. Es inaceptable que faltando un mes para terminarse el año, el Ministerio de Agricultura en su conjunto haya ejecutado tan solo el 59% del presupuesto. Es decir, hay más de 860 mil millones de pesos que se quedaron en las tesorerias sin poder ser invertidos en un sector que ha sido golpeado por el cambio climático, la falta de vías, el acceso al crédito, los riesgos sanitarios, la importación de alimentos subsidiados y ahora por la inseguridad.
Da vergüenza la ineficiente gestión en la ejecución de los presupuestos de inversión en el Incoder (35%) y el ICA (56%). El Banco Agrario por su parte, tiene invertido más de 5 billones de pesos en TES, cuando deberian estar colocados en proyectos de inversión en el sector agropecuario. En Corpoica no se sabe en qué se gastaron más de 57 mil millones de pesos y la Bolsa Mercantil de Colombia anda enrredada en el escándalo de Interbolsa. Este equipo de trabajo quiebra hasta un peaje. Con toda razón los ganaderos, caficultores, algodoneros, cacaoteros y arroceros entre muchos más, andan tan disgustados con el ministro Juan Camilo Restrepo.
Ni que hablar del programa de rehabilitación de las zonas ganaderas y agrícolas afectadas por el fenomeno de la Niña 2010-2011. El 24 de mayo del 2011, en la primera sesión del Fondo de Adaptación, el Presidente Santos anunció una inversión de 14 billones de pesos para reconstruir infraestructura en transporte y rehabilitar la produccion agropecuaria. Hoy, más de mil familias campesinas de la Región Caribe siguen viviendo en condiciones de miseria sin poder recuperar su actividad productiva y económica, porque estos burócratas del fondo no han sido capaces de ejecutar las inversiones que nuestros productores del campo necesitan para reactivar sus negocios y pagar sus deudas. Los billones de pesos que le fueron asignados al fondo para estas obras, los tienen en un banco privado generando redimientos financieros, quien sabe en beneficio de quien.
Ni siquiera fueron capaces de negociar unas condiciones comerciales equitativas en los TLCs con los Estados Unidos y la Unión Europea. Solo hay que mirar las estadisticas de comercio exterior de este semestre para darnos cuenta de la disparada de las importaciones de alimentos. Estos acuerdos comerciles son como el partido que juagaron hace poco Millonarios y el Real Madrid.
En materia de reforma tributaria, no han querido siquiera considerar las importantes propuestas que Fedegan y otros gremios agroindustriales han presentado con el fin de incentivar la inversión, el empleo y la rentabilidad del negocio agrario.
Para cerrar con broche de oro, nombran a unos negociadores que no tienen conocimiento del agro a negociar la política de Tierras y Desarrollo Rural de nuestro país con las Farc y el representante Ivan Cepeda y sus ONGs, ignorando la institucionalidad y el conocimiento de nuestros gremios de la producción agropecuaria. Como estrategia se inventaron un foro en la Universidad Nacional en plena navidad para que estos no asistieran.
Que panorama tan preocupante, el que se nos viene encima.
Twitter: @indadangond