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El próximo 18 de noviembre el patriarca del partido Conservador, Roberto Víctor Gerlein Echeverría cumplirá 76 años de vida y 55 al servicio del país
Su carrera pública comenzó en 1.959, cuando cursaba sexto semestre de derecho en la Pontificia Universidad Javeriana. En unas vacaciones de regreso a su natal Barranquilla fue designado Secretario Privado de la Alcaldía Municipal. Luego de graduarse como abogado y especializarse en Derecho laboral, se desempeñó como Juez 1º Civil y en 1963, pasó a ser el Secretario de Hacienda del Departamento del Atlántico. De ahí en adelante, no volvió a tener tiempo para jugar aquellos famosos torneos de tenis dobles en el Country Club de Barranquilla al lado de su entrañable amiga Olguita Emiliani.
En 1964, un grupo de laureanistas barranquilleros lo convencieron que se lanzara al Concejo Municipal, donde permaneció hasta 1972. En 1968, entró por residuo a la Cámara Representantes y posteriormente el ex presidente Alfonso López Michelsen lo nombró Gobernador del Atlántico. Desde 1974 a hoy, ejerce como Senador de la República, cargo desde el cual ha impulsado importantes normas y ha ejercido un estricto control político.
Hay un capitulo que pocos colombianos conocen en la vida política del Senador Roberto Gerlein. Resulta que en 1969, al Partido Conservador le correspondía el último turno del Frente Nacional y por consiguiente organizó su Convención para escoger entre los pre-candidatos José Elías del Hierro, Hernán Jaramillo Ocampo, Castor Jaramillo Arrubla y Evaristo Sourdís el candidato que se enfrentaría al General Rojas Pinilla.
El candidato Sourdís sabía que Gerlein tenía un don especial de orador y gozaba de un enorme prestigio dentro del conservatismo. Así que lo llamó por teléfono a proponerle que fuera su jefe de debate. Gerlein aceptó el reto y con la guardia pretoriana Laureanista-Alvarista (Raimundo Emiliani, Hugo Escobar Sierra, Miguel Escobar, Alfredo Araujo Grau, Felio Andrade, Jaime García Parra y Armando Zabarín) comenzaron a recorrer los departamentos de la Región Caribe consiguiendo adherentes a la campaña. Para acortarles el cuento, el trabajo electoral de Gerlein fue tan efectivo, que los demás candidatos renunciaron a sus aspiraciones y Evaristo Sourdís quedó enfrentado a Misael Pastrana, un gallo tapao que lanzaron Mariano Ospina Pérez y el Presidente Lleras Restrepo.
Para sorpresa nacional, Evaristo Sourdís le ganó por dos votos a Pastrana, pero por ser una mayoría simple, resultó ser insuficiente para seleccionar a un candidato y hubo que convocar una segunda votación, en la cual quedaron empatados. Como la convención liberal se reunía ese mismo día para escoger candidato, los liberarles (por recomendación de Ospina y Lleras), decidieron apoyar a Pastrana. De esa manera, la Costa vio truncada la única oportunidad cercana que ha tenido de elegir un presidente de la región.
En su paso por el Congreso, el Senador Gerlein ha impulsado leyes importantes como la elección popular de alcaldes y gobernadores y la ley que otorga igualdad de derechos herenciales a los hijos legítimos, extramatrimoniales y adoptivos. Como ministro de Desarrollo Económico del ex presidente Belisario Betancourt, impulsó el programa de vivienda sin cuota inicial.
Como lo profesa el mismo Gerlein, en el hemiciclo del Senado, el no se siente viejo, sino antiguo.