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El hombre del canalete

Dicen los falsos astrónomos que en junio nace la gente alegre, pero sin suerte, sentencia en la que no creo ni creeré porque el destino siempre ha estado emparentado con la suerte y el amor; lo que hay que saber diferenciar son sus representaciones.

Sentir amor por la gente que le rodea, la familia, los amigos, las cosas triviales de la tierra en que nacimos, pequeños y grandes encantos que nos han cautivado en la inocencia, la humildad y otras virtudes relevantes de los seres humanos que hayan tenido la oportunidad de nacer en un paraíso como el formado por la Ciénaga de Zapatosa, es un privilegio que muchos desearíamos y que tiene mucho que ver con la suerte y con el destino.

Y el amor al lado con la suerte siempre se traducirá en felicidad, pero hay que saber diferenciar el verdadero sentido de las cosas y aquí hago una parodia de aquel verso de mi amigo de mi juventud y aún amigo de mis años viejos, pues la amistad heredada por ascendencia es un bien inmaterial eterno, y haciendo usos de sus poemas canciones en especial aquella estrofa sagrada que dice:

Cuando estuve pequeño me metí a pescador

Montando en una canoa tirando canalete

Y ahora que estoy grande me he pescado un dolor

Que vivo seguro que me va a causar la muerte

(Y yo que voy hacer si nací sin suerte)

(Y he sido de mala’ en el amor)

Que debería quedar asi:

Cuando estuve pequeño aprendí de pescadores

Luchando en canoas tirando canalete

Que en mi madurez no huiría del dolor

Pues lograría seguro no temer a la muerte

Hoy me doy cuenta que tengo mucha suerte

De haber nacido en esas playas de amor.

Haber nacido en las playas de amor de Chimichagua, es la mayor suerte que puede tener un hombre en estas tierras de genios compositores, que bien merecido homenaje recibirás a través de la organización festival del Paso, parte de tu tierra, de nuestra tierra y de la tierra de todos los que con suerte hemos podido escuchar y disfrutar de tus canciones que identifican, unas un estado de la vida inmortalizado por los recuerdos de la niñez, y otras la vida sana y sencilla que ha cubierto tu historia también patrimonio de Chimichagua, como hoy del Paso, como nuestro y también de todo el país que ama la música.

Ahora que nuevamente mires tu retrato, ese que de muchacho la vieja “Concha” te tomó, te darás cuenta que eres una historia de canciones hermosa y entonces te preguntaras, ¿Ese soy yo? Y cuando repares tu imagen un poco vencida por los años al instante recitarás: 

“pa’ que recordar aquella vida de muchacho

Pa’ que recordarla si aquel tiempo posó, …,

Y desde luego te habrás dado cuenta que valió la pena vivir como hasta ahora has vivido, como Camilo Namen, el hombre del canalete que hizo música con el oleaje de la ciénega. 

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Fausto Cotes: