María Concepción Loperena, los juglares vallenatos, los arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta, la caja, guacharaca y acordeón, son algunos elementos que identifican al Cesar y que fueron pieza clave para que el escritor y filósofo Nabonazar Cogollo Ayala compusiera el himno del departamento en 1997 para conmemorar sus 30 años de institucionalidad.
Al celebrarse este martes 21 de diciembre 54 años de la creación del departamento, Cogollo Ayala conversó con EL PILÓN y contó detalles de uno de los momentos más significativos de su carrera y de la historia de uno de los territorios más fructíferos del país.
El escritor señaló que aunque nació en el departamento del Córdoba, su cercanía con Valledupar y Cesar se dieron gracias a las ocupaciones de su padre, quien era gallero y caballista, y con frecuencia visitaba la ciudad por su amistad con Rafael Escalona, Consuelo Araújo Noguera y los hermanos Zuleta, entre otros actores de la cultura vallenata.
Su amor por esta tierra lo llevó en 1994 a escribir un himno con música folclórica junto al maestro Manuel Avendaño Castañeda, sin embargo, tras la convocatoria que abrió tres años más tarde el entonces gobernador Mauricio Pimiento, se vio obligado a crear uno nuevo que cumpliera con los requisitos exigidos.
“Eso fue muy grande porque el Cesar es una tierra que yo quiero mucho. Ya había escrito un himno con el pianista Manuel Avendaño, quien ya falleció. En el año 1994 le dije: ‘Maestro, tengo unas estrofas para el himno del Cesar, pero me gustaría que no fuera un himno marcial, sino un vallenato solemne’, y lo hicimos. Yo le cantaba mis estrofas con la melodía de ‘Dios no me deja’ de Leandro Díaz. Cuando se abrió el concurso en 1997, me llamó emocionado a decirme que lo habían abierto y cuando vimos las bases del concurso nos llevamos la sorpresa de que querían un himno marcial y con solo tres estrofas, es decir, que el himno de 1994 no servía”, contó Nabonazar Cogollo.
Esta es una de las estrofas del primer himno:
“…Cesarense la voz de la vida
La que suena en la diaria canción
Nos invita feliz y nos convida
A labrar una patria mejor
Una patria que sea cada día
Mucho más grande que la anterior
Donde el canto de nuestra alegría
Haga al mundo aplaudir de emoción…”
En vista de que su primer himno “no servía”, Cogollo y el maestro Manuel Avendaño empezaron a trabajar en la creación de uno nuevo, participando en la convocatoria con las dos obras, pero resultando ganadora la última de estas.
El maestro contó también la historia detrás de esa nueva pieza musical, la cual terminó cuando estaba incapacitado tras sufrir un fuerte dolor de espalda que lo llevó al servicio de urgencia de un centro médico.
“Cierta mañana fui a salir de casa para dirigirme al Instituto, cuando un fuerte dolor lumbar atacó mi espalda. Quedé tendido en el suelo entre agudos espasmos musculares. Mi esposa se alarmó y como pudo me llevó al servicio de urgencias del Instituto de los Seguros Sociales. Me dieron cuatro días de incapacidad. Al segundo día recordé el himno, tomé papel y lápiz, evoqué la Sierra Nevada de Santa Marta, los juglares vallenatos que recorrían el norte, sur y oriente del departamento del Magdalena Grande con su acordeón terciado al hombro. Evoqué la valerosa gesta de la heroína María de la Concepción Loperena de Fernández de Castro, proclamando la independencia absoluta de Valledupar en 1813 y la valerosa lucha de Chiriguaná y Tamalameque junto a otras poblaciones de las riberas del Magdalena, contra la dominación española”, relató Nabonazar Cogollo Ayala.
El texto fue musicalizado por el maestro Manuel Avendaño y declarado himno oficial del Cesar mediante la ordenanza departamental Nº 046 del 21 de diciembre de 1997.
HIMNO DEL CESAR
-Coro-
La historia nos grita… ¡Marchad adelante!
¡Marchad que Colombia ya canta en su voz
El lírico canto de nuestros juglares
¡Con fiel guacharaca, caja y acordeón!
I
Levanta Cesar tu bandera a los cielos
Aquella que ostenta su verde fulgor…
De limpia labranza y de blancos ensueños
De una tierra amiga de esfuerzo y sudor.
Un río te surca fecundo y triunfante…
Su nombre legó a tu hermosa región;
Abriendo camino en tus fértiles valles,
Regando incansable tus campos de sol.
-Coro-
La historia nos grita… ¡Marchad adelante!
¡Marchad que Colombia ya canta en su voz
El lírico canto de nuestros juglares
¡Con fiel guacharaca, caja y acordeón!
II
Ayer en tu suelo rompió la cadena
De la sujeción con patriótico ardor…
La augusta matrona, la gran Loperena
Que alzó de los libres la nueva canción.
Hoy canta también en la límpida Sierra
El férvido arhuaco de fe y tradición,
Que mira crecer… ¡Oh Cesar!… en tu tierra
La luz de tu pueblo, sin par luchador.
-Coro-
La historia nos grita… ¡Marchad adelante!
¡Marchad que Colombia ya canta en su voz
El lírico canto de nuestros juglares
¡Con fiel guacharaca, caja y acordeón!
POR: CARMEN LUCÍA MENDOZA CUELLO/EL PILÓN.